BARCELONA 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El sindicato Metges de Catalunya ha pedido este lunes "comprensión" a los usuarios de la sanidad pública ante la convocatoria de huelga para este martes y miércoles, en una carta abierta a la ciudadanía donde argumenta que el paro obedece a un acto de responsabilidad para evitar la pérdida irreparable de la calidad del sistema ante el deterioro provocado por los recortes.
En la misiva, el sindicato mayoritario en la sanidad pública catalana recuerda a los usuarios que el colectivo médico está formado por "profesionales vocacionales" y que cualquier actuación que pueda afectar a los pacientes es contraria al deber y a la ética de los facultativos.
"Los médicos nos vemos obligados a salir en defensa de la sanidad pública universal, equitativa y de calidad", ante las medidas de austeridad que afectan de forma seria a los servicios sanitarios, con el cierre de camas, quirófanos, plantas hospitalarias y urgencias nocturnas de centros de atención primaria (CAP).
En esta línea, MC recalca a los usuarios que las peticiones de los médicos van dirigidas "única y exclusivamente" a poder ofrecer el mejor servicio sanitario, con el tiempo y los recursos imprescindibles.
Por todo, el sindicato pide la complicidad de los pacientes, a quienes garantiza que durante los días de huelga, los médicos atenderán cualquier situación urgente, tanto en la atención primaria como en los hospitales, donde se mantendrán las guardias, visitas a enfermos hospitalizados y, por supuesto, los procesos oncológicos.
'LA SALUD NI SE CIERRA NI SE RECORTA'
Además, los facultativos trasladan su compromiso de recuperar con la máxima celeridad la actividad que se pueda ver afectada por el paro en los centros públicos y concertados, que tendrá lugar durante 48 horas bajo el lema 'La salud ni se cierra ni se recorta'.
MC subraya que los objetivos de la convocatoria de huelga pasan por la recuperación del presupuesto sanitario previo a los recortes, así como la actividad, los recursos y la plantilla también anteriores al tijeretazo del 10% aplicado por la Conselleria de Salud que dirige Boi Ruiz.