MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El estudio metabólico abre nuevas oportunidades en el abordaje de los trastornos reumáticos, como la artritis reumatoide o la artrosis, según señalaron hoy expertos nacionales e internacionales dentro de la IV Reunión Internacional sobre Investigación Traslacional y Medicina Individualizada que se celebra hoy en la Fundación Jiménez Díaz (FJD) de Madrid, y que cuenta con la colaboración del Instituto Roche.
El fenotipo metabólico de cada persona, que es el resultado de la interacción entre factores genéticos y factores ambientales, resulta esencial en la determinación del riesgo de cada individuo de sufrir una enfermedad y en la evolución de la misma. Por este motivo, los expertos señalan que para su abordaje es, por tanto, necesario analizar el conjunto de factores externos y factores endógenos que lo condicionan.
En los últimos años se han intensificado los esfuerzos para aplicar la metabolómica al estudio de las enfermedades complejas. En este sentido, la experta del departamento de Reumatología de la FJD, la doctora Martínez Calatrava, señala que "la artrosis y la artritis reumatoide son dos enfermedades complejas, muy prevalentes también en nuestra sociedad y que confieren una elevada morbilidad, que podrían beneficiarse de la aplicación de estudios metabolómicos".
Así, una de las enfermedades reumáticas que más podría beneficiarse de estos progresos es la artritis reumatoide, que pasa por ser la enfermedad inflamatoria más común en las articulaciones. Su presentación varía desde las formas más leves, en las que no se detecta una enfermedad erosiva, hasta las fases sistémicas graves que suelen ser resistentes a las terapias modificadoras de la enfermedad.
AVANCES EN EL TRATAMIENTO.
En cuanto a los avances futuros en el tratamiento de la artritis reumatoide el médico del Royal Hallamshire Hospital de Sheffield (Reino Unido), el doctor Anthony G. Wilson, explicó que "la utilización clínica de los biomarcadores debe favorecer el tratamiento más temprano de los pacientes en riesgo, mientras que los biomarcadores farmacogenómicos permitirán mejorar el objetivo terapéutico y favorecerán el desarrollo de fármacos más específicos frente a dianas concretas".
Para este especialista, "no cabe duda que existe una ventana de oportunidad en las fases precoces de la enfermedad, durante las cuales las terapias ofrecen unos beneficios mayores". Aunque, para avanzar en el tratamiento de la enfermedad, se debe de identificar precozmente a los pacientes que estén en riesgo de desarrollar las formas más graves de artritis reumatoide.
Actualmente se están utilizando distintos biomarcadores en la práctica clínica, aunque presentan importantes limitaciones. El factor reumatoide ayuda en el diagnóstico de la artritis reumatoide y la proteína C reactiva permite evaluar la actividad de la enfermedad, pero en ambos casos la información que ofrecen es limitada.
Además, recientemente se han identificado nuevos marcadores de la actividad de la enfermedad, así como biomarcadores moleculares de respuesta a alguno de los tratamientos utilizados más comúnmente.