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La supervivencia a corto plazo de las farmacias pasa por un mayor apoyo a estos productos
MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El mercado de los productos destinados al autocuidado de la salud ha aumentado sus ventas en 2013 hasta llegar a los 4.835 millones de euros, un 1,3 por ciento más que los 4.772 millones del año anterior, lo que supone un cambio de tendencia a pesar de que la cifra por unidades sí ha mostrado un descenso, pasando de 527,9 a 505,9 millones de unidades.
Así se desprende de los datos de la Memoria Anual de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp) presentados este miércoles durante su XXXVII Asamblea General celebrada en Madrid, en la que su director general, Jaume Pey, ha destacado que se trata de un sector que representa una "oportunidad de futuro" para la industria y para la oficina de farmacia, cuya supervivencia a corto plazo pasa por un "mayor apoyo" a estos productos.
Los datos de la memoria muestran un aumento en valores de estos productos que coincide con el descenso del mercado de prescripción, que ha caído un 1,1 por ciento pasando de los 13.458 millones de 2012 a los 13.188 del último año.
Por segmentos, el más representativo lo forman los medicamentos OTC o de venta libre, que se pueden adquirir en la farmacia sin necesidad de receta y representan el 36 por ciento del total de estos productos.
En 2013 han generado 1.743 millones de euros, un 6 por ciento más que el año anterior, cuando supusieron unas ventas de 1.639 millones de euros, a pesar de que por unidades han caído un 3 por ciento, pasando de 252,8 a 244,4 millones de unidades.
Estos productos se han visto impulsados por nuevos productos de consumo, tanto productos sanitarios ingeridos, inhalados o complementos alimenticios. Y dentro de ellos hay que incluir a los medicamentos para el autocuidado, que están en crecimiento desde enero y han cerrado el año con un aumento del 4 por ciento en valores (de 656,1 a 684,2 millones de euros).
Los productos para el cuidado personal también han crecido en el último año, pasando de los 1,394 millones de 2012 a los 1.411 millones de 2013; mientras que los productos para el cuidado para el paciente y los de nutrición han caído en el último año (un 1,3% hasta los 1.079 millones y un 6,7% hasta los 601 millones respectivamente).
En la memoria Anefp ha resaltado los crecimientos "importantes" que los productos para la higiene oral y la dermocosmética han experimentado desde junio, así como la recuperación desde julio de los productos de incontinencia y los accesorios sanitarios, que alcanzaban niveles de decrecimiento cercanos al 8 por ciento.
Durante su ponencia final, el director general de Anefp, Jaume Pey, ha destacado como su crecimiento puede representar una "oportunidad de futuro" para la industria, ya que todavía están lejos de alcanzar las cuotas de mercado que tienen estos productos en otros países. "Es un sector distinto, pero no menor que el de prescripción", ha defendido.
"UN SECTOR DISTINTO, PERO NO MENOR QUE EL DE PRESCRIPCIÓN"
Asimismo, ha defendido que también juegan un papel clave para la supervivencia a corto plazo de la oficina de farmacia, ya que son productos que se pueden exponer y, como ha recordado, "lo que se ve, vende".
"Son productos que contribuyen a asegurar la calidad de vida para el futuro y contribuyen a la sostenibilidad del sistema", ha aseverado Pey, que no obstante ha recordado que para esto último también es importante que estos productos puedan ser prescritos a través de la receta electrónica, algo que actualmente no es posible en todas las comunidades.
En la clausura de la Asamblea General también ha participado el subdirector general de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad, Carlos Lens, que ha reconocido que gracias a estos productos en muchos casos la administración puede pasar a ser garante "y no necesariamente interventora".
Asimismo, ha recordado que hay que abandonar "corsés" como el que el medicamento publicitario no puede usarlo el médico, defendiendo que son fármacos "tan útiles" como los que sí necesitan receta y por tanto, se debe facilitar su uso si un profesional sanitario decide utilizarlos.