MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Los supervivientes de un ataque cardiaco que carecen de variabilidad en su tasa cardiaca se encuentran bajo un mayor riesgo de muerte, según un estudio de la Universidad de Tecnología de Munich (Alemania) que se publica en la revista 'The Lancet'. El estudio descubrió que la medida de la capacidad de la tasa cardiaca para descender suponía un mejor indicador de la mortalidad tras el ataque cardiaco que las medidas actuales.
Los estudios sugieren que el riesgo de muerte en pacientes que han tenido un ataque cardiaco puede reducirse mediante la implantación de un defibrilador. La medida estándar utilizada para predecir el riesgo de muerte es la extensión del deterioro del ventrículo izquierdo del corazón.
Los científicos investigaron como medida alternativa la capacidad de desaceleración de la tasa cardiaca. La tasa cardiaca de una persona no es regular sino que varía con el ciclo respiratorio, la velocidad de la inspiración y la desaceleración de la exhalación. La tasa cardiaca puede también acelerarse con la disminución de la presión arterial y descender con su aumento. La capacidad de la tasa cardiaca para variar es un indicador de buen estado físico.
Los investigadores analizaron los datos de 2.700 pacientes que habían tenido un ataque cardiaco y descubrieron que la capacidad de desaceleración de la tasa cardiaca predecía de forma más eficaz la mortalidad que la medida del deterioro del ventrículo izquierdo o las medidas estándar de variabilidad de la tasa cardiaca.
Según señala Georg Schmidt, autor principal del estudio, los resultados del estudio muestran que la capacidad de desaceleración mejora la predicción del riesgo de mortalidad en los supervivientes de infarto de miocardio y que esta medida puede detectar pacientes bajo alto riesgo incluso si el indicador actual estándar falla.