MADRID 18 May. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Menarini España ha donado 5.500 unidades de analgésicos para ayudar a los heridos y refugiados de los terremotos que han tenido lugar recientemente en Nepal. Esta donación ha sido realizada a través del banco de medicamentos de Farmacéuticos Sin Fronteras, entidad con la que Menarini colabora habitualmente de forma trimestral, y, además, en esta ocasión, ha contado también con la ayuda de la Fundación SAMU de Sevilla.
Los medicamentos ya están en Katmandú a disposición de los profesionales sobre el terreno. Y es que, el seísmo del pasado 25 de abril se ha cobrado hasta el momento la vida de más de 7.000 personas y se calcula que más de 9.000 necesitan ayuda humanitaria. A esto se ha unido un nuevo seísmo en la zona que, si bien no ha tenido las mismas consecuencias que el primero, sí que ha causado decenas de muertos y otro millar de heridos.
"Cuando se presentó la oportunidad de ayudar en esta catástrofe, en Menarini nos pusimos inmediatamente en marcha para hacerlo de la forma más rápida y efectiva posible. Nos sentimos satisfechos de haber aportado nuestro granito de arena para paliar la difícil situación que está viviendo el pueblo nepalí", ha comentado el consejero general manager de Grupo Menarini España, Salvador Pons.
Por su parte, el secretario general de Farmacéuticos Sin Fronteras, Jesús Sánchez, ha explicado que tal y como ya hicieron con las catástrofes de Haití o de Filipinas, cuando se pusieron en contacto con Menarini, la respuesta fue "muy positiva". "Los fármacos donados servirán para que los cirujanos y traumatólogos desplazados a la zona, puedan manejar mejor el dolor de los pacientes que han sufrido heridas tras el terremoto", ha apostillado.
Además, parte de los medicamentos donados han sido para la Fundación SAMU, entidad que también se ha desplazado hasta Nepal para ayudar a las víctimas del seísmo. Finalmente, el director de la Escuela de Emergencias de SAMU, Juan González, ha subrayado que estos medicamentos son de "vital" importancia en la zona, ya que por su capacidad analgésica están "muy indicados" para las afecciones que nos encontramos en una catástrofe como esta: fracturas, amputaciones o aplastamientos.