SALAMANCA 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La delegada de Médicos Sin Fronteras en Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León, Raquel González, ha reconocido durante una visita a Salamanca que los profesionales de esta organización humanitaria están "desbordados" por la cantidad de casos de ébola a los que están haciendo frente en África.
Según ha señalado, la ONG tiene 3.050 personas en el terreno y más de la mitad de los casos de personas afectadas han pasado por las manos de sus profesionales, de ahí que lleven meses pidiendo "ayuda" a la comunidad internacional.
Raquel González ha explicado, en referencia a esta epidemia: "Hay un incendio y si queremos pararlo, no vale con cerrar fronteras, hay que meterse allí" y "hacer muchas cosas" en apoyo a la población.
No obstante, aunque "se ha perdido un poco el tren", la responsable en el centro de España de esta agrupación se ha mostrado "esperanzada", ya que ahora parece que la comunidad internacional es "consciente" de que "hay que actuar" para acabar con el ébola.
Lo más urgente es dotar a los profesionales de la zona de productos básicos como agua, jabón y guantes, pero también hacen falta centros de tratamiento, zonas de aislamiento para afectados, más profesionales y un mayor seguimiento para ver con quiénes han estado las personas que lo han sufrido, ha continuado.
Durante su visita a la Casa de las Conchas de Salamanca, para participar en la inauguración de una exposición de Médicos Sin Fronteras sobre ochos grandes situaciones de alarma humanitaria en distintos puntos del planeta, Raquel González ha estado acompañada por una enfermera que permanecía en la República Democrática del Congo cuando surgió el brote, Ana de la Osada.
La profesional sanitaria, que trabajó en la región de Kalonge desde febrero hasta agosto del presente año, ha reconocido que ya en marzo Médicos Sin Fronteras dio la voz de alarma por este brote, y que desde entonces esta organización pide colaboración por un problema que requiere "la implicación de todo el mundo".