Médicos de familia reducen un 27% el número de pacientes que consumen ansiolíticos

Medicamentos, Fármacos
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 22 mayo 2013 14:59

BARCELONA 22 May. (EUROPA PRESS) -

La intervención educativa de los médicos de familia logra reducir hasta un 27,7% el número de pacientes que consumen benzodiazepinas --medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central como sedantes, hipnóticos y ansiolíticos--, según un estudio realizado por el Instituto de Investigación en Atención Primaria (Idiap Jordi Gol).

El trabajo destaca que, gracias a una intervención educativa por parte de los profesionales de la atención primaria, los pacientes no solo reducen su ingesta de fármacos, sino que un año después de dejarlos, éstos no presentan un aumento de los niveles de ansiedad y depresión y casi no tienen efectos adversos, ha informado el instituto en un comunicado.

La intervención, que se ha llevado a cabo con la participación de 28 médicos y 180 pacientes que hacía más de seis meses que consumían benzodiazepinas, se ha centrado en explicar los riesgos y beneficios de estos medicamentos, prescribiendo una pauta de descenso de dosis hasta retirar el medicamento, junto con la posibilidad de acudir a visitas médicas cada quince días.

El perfil del consumidor de benzodiazepinas es el de una mujer de 62 años, casada y con estudios primarios, y los resultados demuestran que la principal causa por la que recurren a estos fármacos es por insomnio, ansiedad, depresión y dolor, con una duración media del tratamiento de seis años.

En casi el 80% de los casos, los pacientes empiezan a consumir benzodiazepinas porque los receta el médico, ya que el psiquiatra interviene solo en un 10%, por lo que el estudio ratifica el papel central de la atención primaria en este aspecto.

Las conclusiones finales son "muy positivas", ya que no solo se observó que después de la intervención educativa disminuía o cesaba la ingesta de estos medicamentos, sino también se ha corroborado que no aumenta la ingesta de alcohol.

"El alcohol tiene unos efectos parecidos al de las benzodiazepinas", ha subrayado el investigador del proyecto Ferran Bejarano, y al contrario de lo que se podía suponer, vigilando también este aspecto, no se produce un traspaso de una sustancia a otra.