MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los médicos de familia detectaron el 50% de los casos de alcoholismo al comprobar alteraciones en las analíticas de los pacientes. Sin embargo, en el resto de casos, el problema fue descubierto porque el propio paciente pidió ayuda(13%), por consumo de otras drogas (9%), por problemas de conducta en el entorno familiar (7%),por patología digestiva (5%) y por traumatismo (3%), según un estudio hecho público hoy por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
En un comunicado publicado hoy por la propia organización, los autores de este análisis concluyeron que cuando se detecta por un problema secundario al consumo excesivo de alcohol " se llega tarde la mayoría de las veces" y que, por tanto, es preciso ser más activo sobre todos los pacientes que pasan por el centro de salud. En este sentido, precisaron, se necesita "mayor concienciación para evitar las complicaciones sociales y físicas que conlleva el alcoholismo".
El estudio, cuyos resultados fueron dados a conocer durante el congreso que semFYC celebró el pasado mes de noviembre en Valencia, reveló, además, que de los 1.133 pacientes analizados, se identificaron 119 casos de abuso del alcohol, entre los cuales el 81% eran varones, con una media de edad de 43 años.
Respecto a los problemas con el alcohol durante las fiestas navideñas, la organización médica recordó que estas intoxicaciones "son con seguridad las más frecuentes en esta época y también las más preocupantes porque originan las consecuencias más graves para la salud".
En referencia al consumo de los jóvenes en estas fechas, el coordinador del Grupo de Atención a las Drogodependencias de semFYC, José Zarco, alertó de que "en los últimos años no ha dejado de aumentar el porcentaje de adolescentes que acabarán bebiendo en exceso". Así, según datos extrapolados del Plan Nacional Sobre Drogas, Zarco calculó que en los próximos días "el 65% de los menores de 18 años consumirá alcohol y de ellos la mitad se emborrachará".
Asimismo, el facultativo explicó que, entre otros problemas, el consumo excesivo de alcohol puede originar embriaguez y borrachera, que en algunos casos llegan a provocar coma con pérdida de conciencia, "con el riesgo de producir la muerte"; aumento de los accidentes de tráfico; incremento de los conflictos entre familiares y amigos; y empeoramiento de la salud de aquellos que sufren enfermedades del hígado, como hepatitis crónica o cirrosis.
En este sentido, el semFYC recomendó que, entre otras medidas, se tenga en cuenta cuál es la tolerancia que cada individuo presenta al alcohol, para decidir con antelación qué cantidad se va a consumir; se eviten las bebidas de alta graduación; y se alternen las bebidas alcohólicas con otras que no tengan alcohol o bien con agua. Además, la organización recordó que "no se debe conducir" bajo los efectos del alcohol y aconsejó que se hable "con firmeza, pero también con respeto" a los jóvenes respecto a la cantidad de alcohol que deben beber.