MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
La portavoz de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), la doctora Concha Obregón, negó hoy "rotundamente" que el uso de la toxina botulínica, también conocida como 'Botox' cuando su uso es hospitalario, y 'Vistabel' cuando es estético, pueda producir la muerte, tal y como señalaron ayer desde el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España.
Para Obregón esta afirmación crea una alerta "absolutamente innecesaria", ya que "desde SEME --dijo-- no tenemos noticia alguna de que exista riesgo de muerte porque se ponga la toxina botulínica", ni de ningún tipo de afección por su administración. El único problema, afirmó, se puede producir porque se inyecte mal, y "en este caso es transitorio y se debería a un problema en el músculo concreto donde se inyecto mal".
Asimismo, explicó que su seguridad como tratamiento estético está avalado por las más de 260.000 intervenciones que se han realizado en España desde su aprobación en 2004 -- "100.000 fueron en el último año"--, y de las que no se conocer "una sola incidencia". En cuanto a su uso hospitalario, recordó que existe un innumerable número de tratamientos, muchos de ellos de rehabilitación en niños y con "dosis infinitamente mayores que en el uso estético".
Por otra parte, aclaró que como profesionales están autorizados a usar dicha toxina para lo que consideren oportuno, siempre dentro de unas normas y teniendo en cuenta su futura efectividad. "Se aprobó en 2004 teniendo en cuenta los estudios clínicos sobre una zona concreta, pero está la potestad del médico para decidir--reconoció---. Su uso está autorizado para entrecejo pero no hay una prohibición expresa para otro músculo facial".
Así, recordó que se trata de un producto "reversible" y "seguro", autorizado por la Agencia Española de Medicamentos, y del que se han realizado más de 3.000 estudios donde se recomienda su uso.
En cuanto a sus indicaciones, explicó que suele ser para las arrugas de expresión, que normalmente se concentran en el tercio superior de la cara, sobre todo en el entrecejo; y se suele tratar esta zona, principalmente, porque su uso en otra parte "puede romper el equilibrio de la cara".
NO SE INFILTRA EN EL LABIO
En lo que respecta a la polémica creada por su infiltración en el labio, la experta negó que los médicos estéticos realicen está práctica, salvo quizá el músculo facial. Así, explicó que su uso en el tercio inferior de la cara dependerá "de la indicación que el profesional crea oportuna", y su resultado será positivo siempre que su uso esté bien indicado y sea suministrado por personal autorizado. "Aquí está la buena praxis del médico que decidirá a quién le puede ser útil", advirtió.
A su juicio, estas denuncias dañan la imagen de los médicos estéticos, que "la gran mayoría realiza una buena praxis", al tiempo que "se hace sufrir al ciudadano inútilmente", ya que se produce una alerta sobre el uso de la toxina no sólo como tratamiento estético también en su uso hospitalario.
"Hay que tranquilizar a todo el mundo sobre el uso del 'Botox', y recordar que su uso no es peligroso salvo que no sea suministrado por un profesional. Además, hay que recordar que como tratamiento estético es eficaz, seguro y reversible, lo cual se puede decir de pocos productos", señaló.
Por otra parte, explicó que su uso está recomendado a pacientes mayores de 35 años y menos de 60, aunque no existen contraindicaciones después de los 65, ni tampoco antes de los 18 años, aunque en este caso sólo se conseja por defectos físicos. "No obstante, dependerá mucho del estado de la piel del paciente ya que hay que asegurarse que tiene un efecto músculo", añadió.
MERCADO NEGRO
Por otra parte, quiso aclarar que son pocos los médicos autorizados para el uso de 'Vistabel' y que dichas autorizaciones son otorgadas por la Conserjería de Sanidad de cada comunidad. Por tanto, "no por ser médico estético estás autorizado a poner 'Vistabel', tienes que cumplir unos requisitos y demostrar la formación necesaria para su uso".
Además, su suministro sólo se produce después de dicha autorización, y siempre teniendo en cuenta que deben quedar registrados los números de envase, además de que el médico debe cumplir ciertas exigencias impuestas desde Sanidad como son: mantener el envase a 4 grados; que está guardado con llave; un servicio de destrucción de residuos, etc.
Sin embargo, reconoció que existe un mercado negro que no cumple con estas restricciones y que, actualmente, tienen sus clientes en España a través de peluquerías, gimnasios y otros centros, que "en ningún caso pueden tener un suministro debidamente autorizado".
Desde SEME se tiene constancia de que, al menos, el 20 por ciento de las consultas que llegan a sus médicos es por motivos de malas praxis. "Se trata de pacientes que desconocen que les han infiltrado y no les han dado ningún consentimiento informado", afirmó.
Por este motivo, la doctora recordó que es necesario que "toda persona que quiera utilizar este tipo de tratamientos acuda a médicos autorizados", que pueden ser consultados a través de la web de SEME y del Consejo General de Colegios de Médicos.