MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, ha recordado este miércoles que la eutanasia va "en contra" de su código deontológico, el cual marca que "el médico nunca procurará la muerte de ningún paciente ni aunque éste se lo pida", si bien ha reconocido que si finalmente se aprueba la ley intentarán que salga con las "mayores garantías" para los ciudadanos.
Romero se ha pronunciado así a los medios con motivo de la celebración del I Jornada 'El final de la vida en los medios de comunicación', organizada por el Observatorio de Atención Médica al Final de la Vida de la Organización Médica Colegial (OMC), y después de que el PP haya registrado en el Congreso una enmienda a la totalidad a la ley de eutanasia del PSOE con un texto alternativo que facilita la humanización del proceder médico asistencial, la defensa de la bioética y el modelo deliberativo en el proceso de toma de decisiones relacionada con los cuidados paliativos.
El pasado mes de junio el pleno del Congreso de los Diputados dio luz verde, con el único voto en contra del PP, a tramitar la proposición de ley presentada en la Cámara Baja por el PSOE para facilitar el derecho a morir a las personas con enfermedad o discapacidad grave que no tengan más opciones de tratamiento y que quieran voluntariamente, y con informes médicos, acabar con su vida.
"Plantear una ley de eutanasia desde el punto de vista profesional, lógicamente nosotros estamos en oposición, aún partiendo de la base de que este es un debate social, político, pero también ético y médico porque habrá médicos en la ejecución", ha dicho el presidente de la OMC, para avisar de que una de sus principales prioridades es "no dejar" a las personas que se están muriendo sin cuidados paliativos, una medida que está también siendo analizada en la Cámara Baja y que, a juicio de Romero, es "más prioritaria" que la eutanasia.
Ahora bien, Romero ha reconocido que la ley de los socialistas incluye alguna de las líneas rojas planteadas por el colectivo médico como, por ejemplo, el derecho a la objeción de conciencia y que cuando se vaya a realizar se cuente con unos mecanismos que puedan determinar que se practique la eutanasia y no sólo sirva la opinión del médico.
"Lo que emane del pueblo, las leyes y las normas, están por encima de lo que se pueda interpretar desde la profesión. Si sale la ley lo que vamos a intentar es que salga con las mayores garantías especialmente para los ciudadanos, si bien entendemos que no es la mejor noticia que esa sea la única opción que busquemos para el dolor insoportable", ha recalcado Romero.
LOS MÉDICOS TIENEN EL DEBER DE CONSEGUIR EL BIENESTAR DEL PACIENTE
Precisamente, el pasado mes de mayo, la institución aprobó una Declaración en la que recordaba que el médico tiene la obligación de aplicar las medidas adecuadas para conseguir el bienestar del paciente, aun cuando de ello pueda derivarse un acortamiento de la vida.
Dentro de su Código de Deontología Médica destacaba que la profesión médica está al servicio del ser humano y de la sociedad y que respetar la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud del individuo y de la comunidad son los deberes primordiales del médico.
"El médico no puede negar la asistencia por temor a que la enfermedad o las circunstancias del paciente le supongan un riesgo personal. Por tanto, el médico tiene el deber de intentar la curación o mejoría del paciente siempre que sea posible. Cuando ya no lo sea, permanece la obligación de aplicar las medidas adecuadas para conseguir su bienestar, aun cuando de ello pueda derivarse un acortamiento de la vida", afirmaban en el documento.
No obstante, el médico no deberá emprender o continuar acciones diagnósticas o terapéuticas sin esperanza de beneficios para el enfermo, inútiles u obstinadas. Además, debe tener en cuenta la voluntad explícita del paciente a rechazar dicho tratamiento para prolongar su vida. "Cuando su estado no le permita tomar decisiones, tendrá en consideración y valorará las indicaciones anteriormente hechas y la opinión de las personas vinculadas responsables", afirmaron.
En cuanto a la sedación en la agonía, recuerdan que su base es científica y éticamente correcta sólo cuando existen síntomas refractarios a los recursos terapéuticos disponibles y se dispone del consentimiento del paciente implícito, explícito o delegado.