MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
En España puede haber unas 400.000 personas con epilepsia y se estima que hasta un 5 por ciento de la población puede sufrir una crisis de este tipo en algún momento de su vida. Pese a esta prevalencia, un porcentaje elevado de médicos de Atención Primaria, pediatras y psiquiatras admiten no estar suficientemente informados sobre la enfermedad.
Así se desprende de los resultados de una encuesta a casi 400 profesionales sanitarios incluida en el 'Libro Blanco de la Epilepsia en España' elaborado por la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Fundación de Ciencias de la Salud para conocer la situación de la enfermedad.
En concreto, hasta un 81,6 por ciento de los médicos de Atención Primaria encuestados reconoce estar poco o nada informado sobre la enfermedad, lo que hace que hasta el 87 por ciento no se sienta debidamente formado para iniciar un tratamiento.
Entre los psiquiatras también hay un alto porcentaje de profesionales que admite no estar bien informado sobre la epilepsia (65,6%), algo más que en los pediatras (48%), significativo en este caso a pesar de ser una enfermedad muy prevalente en edad infantil.
Esto da lugar a "fallos importantes" y a creencias erróneas a la hora de atender a estos pacientes, principalmente cuando sufren una crisis, según ha reconocido el doctor José Ángel Mauri, coordinador de esta obra.
Por ejemplo, la encuesta evidencia como más del 60 por ciento de los psiquiatras y médicos de Atención Primaria y la mitad de los pediatras cree que ante una crisis epiléptica se le debe introducir algo en la boca al paciente para evitar que se muerda la lengua.
También fallan cuando son preguntados por si es necesario sujetar al paciente para inmovilizarlo, ya que el 40 por ciento de psiquiatras, pediatras y médicos de familia creen que es una buena opción cuando en realidad no lo es. De igual modo, más de la mitad de estos profesionales piensan "erróneamente" que se debe administrar la medicación anticonvulsiva en estos casos.
En cambio, sí aciertan en la conveniencia de otras medidas como amortiguar la cabeza, colocar de lado al paciente, aflojar la ropa del cuello y no ponerlo boca abajo.
"Los errores importantes y extendidos en relación con la atención de una crisis convulsiva que revela el estudio ponen de manifiesto la imperiosa y urgente necesidad de realizar campañas nacionales en todos los sectores, con el objetivo de que la atención de una crisis epiléptica forme parte de una cultura general de primeros auxilios", ha reclamado Rosario Cantera, presidenta de la Asociación de Andaluza de Epilepsia (ÁPICE) y miembro del comité científico que diseñó las líneas básicas del estudio.
MÁS DE LA MITAD DE CASOS ENTRA EN REMISIÓN A MEDIO Y LARGO PLAZO
Además, el Libro blanco también ha puesto de manifiesto el desconocimiento que existe sobre el pronóstico de la enfermedad y, aunque hay quien piensa que no tiene cura, entre el 50 y 60 por ciento de los casos la epilepsia acaba entrando en remisión a medio y largo plazo, como ha avanzado el presidente de la SEN, Jerónimo Sancho. "A veces incluso sin tratamiento", ha añadido.
Este experto también ha pedido acabar con el estigma social y la discriminación laboral que rodea a la enfermedad y, de hecho, ha recordado que tienen incluso "una menor siniestrabilidad que la población general".
Otro falsa creencia es que se deba prohibir el uso de videojuegos en niños con epilepsia. De hecho, el coordinador del Grupo de Epilepsia de esta sociedad científica, Juan Mercadé, ha reconocido que la aparición de crisis epilépticas suele estar más relacionada con la falta de sueño que provoca en los menores que juegan a estos juegos que al videojuego en si.
Este experto ha denunciado también el escaso número de unidades médico-quirúrgicas para tratar las epilepsias resistentes al tratamiento, que representan uno de cada tres casos, lo que provoca que "los tiempos de espera para el acceso de los pacientes se prolongue hasta los dos o tres años".
En este sentido, el doctor Mauri, considera necesario "incrementar los recursos para conseguir un mayor número de estas unidades por todo el territorio", sobre todo porque la eficacia de la cirugía en pacientes no controlados con tratamientos es de entre un 46 y 70 por ciento, dependiendo del tipo de epilepsia.