MADRID 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Boston en Estados Unidos han descubierto señales bioquímicas en los pulmones de fumadores y exfumadores que podrían ayudar a identificar a las personas bajo mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Su trabajo se publica en la revista 'Science Translational Medicine'.
Este mecanismo o secuencia específica de reacciones químicas puede invertirse antes de que el cáncer comience, una señalización que podría ser la primera vía eficaz para prevenir el cáncer de pulmón entre los fumadores de alto riesgo. Según los autores, los resultados podrían ser un punto de partida crítico en el campo de la detección precoz del cáncer de pulmón, dado que no existen herramientas para identificar a ese 10-20 por ciento de fumadores que desarrollarán cáncer de pulmón.
Los investigadores, dirigidos por Adam Gustafson, midieron la expresión de los genes que pertenecen a diferentes mecanismos asociados al cáncer en células que cubren las principales vías de respiración pulmonares en fumadores con y sin cáncer de pulmón, así como en aquellos con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Los resultados mostraron que los genes que pertenecían a un mecanismo específico asociado al cáncer, el mecanismo PI3K, se activaban a niveles superiores en las vías respiratorias de los fumadores que tenían cáncer de pulmón o lesiones cancerosas en las vías respiratorias en comparación con los fumadores que no desarrollaron el cáncer.
Además, los investigadores descubrieron que la actividad del mecanismo PI3K, disminuía en las vías respiratorias de los fumadores de alto riesgo cuyas lesiones cancerosas menguaban tras el tratamiento con un posible fármaco para el cáncer de pulmón llamado myo-inositol, que funciona al bloquear el mecanismo PI3K.
El cáncer de pulmón es la principal causa de mortalidad asociada al cáncer entre hombres y mujeres en todo el mundo y da lugar a más de un millón de muertes al año a nivel mundial.
En el futuro, el análisis de los niveles de expresión genética podría ampliarse a otras células también expuestas al humo de cigarrillos, como las que cubren la nariz y la boca, y podría servir como una herramienta de detección masiva del cáncer de pulmón.