MADRID 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
El peróxido de hidrógeno ayuda a guiar a los leucocitos que combaten las infecciones a la nuevas heridas, según un estudio en peces cebra realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revista 'Nature'.
Según explica Timothy Michitson, en cuyo laboratorio se realizaron los trabajos de investigación, "sabíamos desde hace bastante tiempo que cuando el organismo resulta dañado, aparecen los leucocitos, y es algo espectacular en biología porque estas células detectan la herida a distancia. Pero no sabíamos a qué respondían. Ahora sabemos algo sobre qué atrae a los leucocitos a las áreas con inflamación crónica pero en el caso de las heridas aisladas físicamente, no sabíamos cuál era la señal que recibían".
Los experimentos mostraron que cuando se producía una herida en una de las aletas de la cola de los peces cebra experimentales, en cuestión de minutos disminuía el gradiente de concentración de peróxido de hidrógeno entre la capa externa de la células y la vasculatura interior.
Según explican los investigadores, dirigidos por Philipp Niethammer, el gradiente lo crea una enzima llamada oxidasa dual y ayuda a guiar la migración rápida de los leucocitos a la herida.
Los autores creen que esta es la primera observación de un patrón de peróxido de hidrógeno en los tejidos y que constituye la primera evidencia de que este componente es un indicador para los leucocitos en los tejidos dañados.
En el organismo humano, el peróxido de hidrógeno se produce sobre todo en pulmones, intestinos y en el tiroides. Los investigadores creen que las enfermedades humanas para las que estos descubrimientos son importantes incluirían las de pulmones e intestinos en las que se den niveles desproporcionados de leucocitos. Entre ellas se encuentran el asma, la obstrucción pulmonar crónica y algunas enfermedades inflamatorias de los intestinos.