La mayoría de usuarios se solidarizan con las reclamaciones de los médicos catalanes

Concentración Médicos En El Hospital Trueta De Girona
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 15 noviembre 2011 16:01

BARCELONA 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

La mayoría de usuarios de la sanidad catalana se han mostrado comprensivos con la huelga de médicos iniciada este lunes, pese a sufrir los efectos de la misma con la desprogramación de una visita esperada y un desplazamiento innecesario, han explicado diversos pacientes de hospitales y centros de atención primaria (CAP) a Europa Press.

A diferencia de otras jornadas de huelga, los pacientes del Hospital de Bellvitge, en L'Hospitalet, han mostrado su "solidaridad" con las reivindicaciones de los médicos, porque "es normal que hagan huelga y que hagan todo lo que tengan que hacer ya que hay que proteger la sanidad que es de todos", ha explicado Elvira García, que este martes tenía cita para unas pruebas de preoperatorio que finalmente ha podido realizar.

"Los pacientes tendríamos que apoyarles porque esto nos repercute mucho porque lo que están haciendo es muy triste después de estar toda la vida pagando por tu sanidad", ha manifestado otra paciente, Marta Molina.

La mayoría de pacientes que tenían visita han acudido al médico, ya que los centros no les habían desprogramado y algunos se han encontrado con que su especialista no había ido a trabajar.

La práctica totalidad de los usuarios que han acudido al servicio de consultas externas de la Vall d'Hebron este martes se han visto obligados a reprogramar su cita, aunque la mayoría de ellos se han mostrado comprensivos con los motivos del paro.

"He venido desde Girona para acudir al especialista y no me importa que no visite porque sé que está luchando para evitar que los recortes acaben con la sanidad pública de calidad", ha explicado a Europa Press Júlia Montia, usuaria de 53 años.

Pese a apoyar la huelga, algunos usuarios han reclamado una mayor y mejor información porque desconocían que se habían anulado las visitas programadas y el traslado hasta el hospital ha sido en vano.

Desde Girona, el paciente de Banyoles (Girona) Roman Barradas sí que ha cargado contra el paro médico, que ha obligado a cancelar su visita al cardiólogo concertada desde hace un año en el Hospital Josep Trueta de Girona.

La usuaria Petri Gómez, que acomapañaba a su padre al oculista tras un desprendimiento de retina hace dos meses ha criticado: "No veo una huelga justificada, porque con la salud no se juega".

QUEJAS POR LA ANULACIÓN Y LA LLUVIA

"Si me hubieran avisado no habría perdido tres horas en llegar al hospital en un día lluvioso", ha lamentado José Rioja, usuario de 46 años que acompañaba a su madre a una visita con el dermatólogo.

Precisamente las especialidades de dermatología y maxilofacial han sido las más afectadas por la huelga, según han confirmado a Europa Press fuentes del centro, que han asegurado que pese a ello se trabajará para poder atender las visitas lo antes posible.

EN LOS CENTROS DE ATENCIÓN PRIMARIA

Los pacientes afectados por la huelga de médicos han acogido la decisión de los colegiados con una mezcla de comprensión y resignación en el CAP Manso y Numància de Barcelona: "Tampoco es culpa suya", ha sido uno de los comentarios más escuchados en las colas para cambiar la hora de visita en los centros de atención primaria.

Flora, por ejemplo, que hace días que arrastra un dolor en la pierna derecha, llamó este lunes al CAP Manso para pedir hora con su médico y la secretaria se la dio para este martes.

"Me extrañó que fueran tan rápido, además ya había oído que harían huelga. Hoy me he encontrado que mi médico no estaba y llevo media hora buscando a alguien que me cambie la visita", ha lamentado, antes de añadir que entiende las protestas de los médicos.

En el centro de Numancia han tenido más previsión a la hora de atender a los afectados, que se concentran en una sala de la recepción ante un mostrador, donde tres sanitarios les atienden.

PERSONAL APACIGUADOR

También aquí la conformidad se palpa en el ambiente y los pacientes hablan entre sí de sus dolencias y de la actualidad, con gran protagonismo de los recortes, mientras esperan su turno.

Pero el principal elemento apaciguador es uno de los encargados de cambiar las horas, que sofoca cualquier ápice de indignación o refunfuño medio escondido explicando a los afectados la historia de una paciente "que murió en el Vall d'Hebron después de pasar por cuatro hospitales donde no la podían atender".

"¿Se imagina que hubiera sido su madre, su hija o su mujer?", les espeta para acabar su perorata.