La mayoría de prematuros afrontan problemas pulmonares a largo plazo

Actualizado: jueves, 22 abril 2010 19:03

MADRID 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

Más de la mitad de los niños que nacen demasiado pronto, alrededor de las 25 semanas o menos de gestación frente a las 40 semanas normales, tienen un funcionamiento pulmonar anormal y son dos veces más propensos a padecer asma que los niños de su edad nacidos a término.

Asi lo revela un estudio del Colegio Universitario de Londres en Reino Unido que se publica en la edición digital de la revista 'American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine'. El estudio siguió a un grupo de niños británicos nacidos con esta prematuridad hasta la edad de 11 años.

Los investigadores utilizaron datos del estudio EPICure del Consejo de Investigación Médica que siguió a todos los bebés nacidos en Reino Unido o Irlanda a las 25 semanas o menos de gestación entre marzo y diciembre de 1995. Los niños fueron evaluados en relación a su funcionamiento pulmonar y salud respiratoria a los 2,5, 6 y 11 años de edad y se les comparó según edad, género y raza con otros compañeros de escuela que fueron seleccionados como controles.

De los 307 niños que sobrevivieron hasta los 11 años, 182 completaron la espirometría de forma satisfactoria en el colegio y el 71 por ciento tenía displasia broncopulmonar.

Además de descubrir que el 56 por ciento de estos niños tenían una espirometría anormal que indicaba un mal funcionamiento pulmonar, los investigadores también observaron que uno de cada cuatro había sido diagnosticado con asma y el 27 por ciento tenía una respuesta positiva al broncodilatador, lo que indica que su obstrucción aérea era al menos en parte reversible. Además, cerca del 65 por ciento no había tenido ningún síntoma respiratorio en los pasados 12 meses y el 48 por ciento tenía espirometrías anormales pero no sintomáticas.

Los investigadores explican que el hecho de que muchos de estos niños extremadamente prematuros no presenten síntomas a pesar del mal funcionamiento pulmonar refleja el hecho de existen reservas pulmonares durante la infancia. A medida que los pulmones crecen y aumenta el calibre de las vías aéreas, estos niños serán menos propensos a los episodios de ahogos y parecerán haber superado sus síntomas.

"Sin embargo, existe preocupación de que tales síntomas puedan reaparecer más tarde en la vida en forma de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) de inicio temprano. Incluso sin síntomas, aquellos que entran en la vida adulta con el funcionamiento pulmonar deteriorado estarán bajo un mayor riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar crónica", explica Janet Stocks, responsable del estudio.

Aunque los investigadores desconocen los efectos de esta prematuridad más allá de los 11 años, suponen que los problemas respiratorios probablemente empeorarán y que un control precoz y un tratamiento apropiado minimizarán mayores problemas. "De forma similar, los especialistas en adultos necesitan ser más conscientes de los impactos respiratorios a largo plazo del nacimiento prematuro e incluir detalles neonatales cuando se realicen los historiales médicos", concluye Stocks.