SEVILLA 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de la población, tanto de ámbito rural como urbano, está a favor de la sedación paliativa, si bien este tratamiento es "más aceptado" en personas con estudios y con familiares afectos de cáncer, según revela el estudio '¿Influyen las características del paciente en cuanto al deseo de sedación?', que se ha presentado recientemente en Sevilla en el marco del 20 Congreso de la SAMFyC.
El trabajo, al que ha tenido acceso Europa Press, revela que el 86,2 por ciento de encuestados, sin diferencias por edad, sexo, ni entorno rural o marginal, está a favor de la sedación terminal. Además, la aceptación de la sedación mostró relación significativa y relevante con la experiencia familiar de cáncer; siendo más frecuente entre quienes la habían tenido respecto a los que no (63 por ciento respecto a 36 por ciento).
No aceptaron la sedación o no sabían posicionarse el 24 por ciento de los encuestados sin estudios, el 15 por ciento de los encuestados con estudios superiores y el 10 por ciento de los encuestados con estudios primarios.
Por todo ello, los autores de este trabajo, elaborado en el centro de salud de Huétor Tajar de Granada, afirman que la mayoría de su población encuestada está a favor de la sedación, siendo más aceptada en sujetos con estudios y con familiares afectos de cáncer. También apuntaron al hecho de que no se observaron diferencias por ámbito geográfico.
Este estudio se llevó a cabo mediante una encuesta personalizada de 10 ítems a un total de 182 usuarios de atención primaria. De ellos, 93 eran de consultorio rural y 89 de centro de salud en un barrio marginal urbano, centrándose el objetivo de esta investigación en conocer la opinión sobre la sedación paliativa entre usuarios de primaria y "explorar la potencial relación con factores sociodemográficos y la experiencia familiar de cáncer".
El 70 por ciento de los encuestados eran mujeres, con una edad media de 49,4 años. El 26 por ciento no tienen estudios y el 12 por ciento estudios superiores. Tenían familiar con cáncer el 62 por ciento, mientras que atendiendo a la residencia, un 51 por ciento viven en barrio marginal urbano y un 49 por ciento en zona rural.