El 63% de los padres piensan lo contrario: que la ley no logró el efecto deseado
MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 61 por ciento de los jóvenes opina que la actual ley del tabaco ha logrado reducir el consumo de tabaco en España y casi uno de cada tres piensa que esta sirviendo para que los jóvenes fumen menos. Así se desprende del estudio 'Salud y Tabaquismo', presentada este miércoles en Madrid por la Fundación Pfizer.
Sus datos, procedentes de 1.600 entrevistas telefónicas realizadas en todas las autonomías, recogen la opinión de 800 jóvenes entre 12 y 20 años, y la de sus padres, sobre las motivaciones y actitudes de los adolescentes frente al tabaco.
La mayoría de los jóvenes (84%), también los fumadores, tienen una opinión positiva de la actual ley antitabaco. El 61,3 pro ciento reconoce que 'ha cambiado sus hábitos' a la hora de fumar, pues casi uno de cada tres 'fuma menos por tener que salir a la calle'. Sólo un 2,5 por ciento ha dejado de ir a bares por su culpa.
Estos datos contrastan con la opinión de los padres sobre el impacto que ellos creen que ha tenido la norma sobre sus hijos, ya que la mayoría (63%) piensa que no ha cambiado 'en ningún aspecto' los hábitos tabáquicos de sus hijos. Asimismo, entre padres hay menos opiniones positivas (77%) sobre la norma que entre hijos.
A la mayoría de los jóvenes (52%) les molesta el humo en los locales cerrados y
el 82 por ciento de los que fuman querrían dejar de fumar por completo en los próximos 12 meses (45%) o reducir su consumo (36%).
DEJARLO POR SALUD, POR AHORRAR, POR EL DEPORTE
El principal motivo (71%) es que saben que el tabaco es malo para la salud, aunque también valoran que así podrían ahorrar (33%) o mejorar en el deporte (17,6%). Al 72 por ciento le gustaría recibir ayuda para conseguirlo y el 86 por ciento advierte de que, si el tabaco se abarata, aumentarían su consumo.
Tener amigos fumadores es la principal causa (52%) por la que los adolescentes comienzan a fumar. Casi ocho de cada 10 jóvenes encuestados reconoce que 'todos' o 'varios' de sus amigos fuman de forma habitual, siendo más elevada la presencia de chicos fumadores que la de chicas, sobre todo entre los 16 y los 20 años.
La mayoría de los padres (75%) son conscientes del peso que tienen los amigos sobre sus hijos a la hora de comenzar a fumar. Sin embargo, casi la mitad de los padres (41%) cree que sus hijos no tienen amigos fumadores o lo desconocen. Además, uno de cada tres padres desconoce que sus hijos fuman. Cuando lo saben, la mayoría (67%) permite fumar a sus hijos, aunque casi el 39 por ciento lo prohíba en casa.
Nueve de cada 10 jóvenes dice tener información 'suficiente' sobre los efectos del tabaco. Más del 90 por ciento son conscientes de que fumar puede provocar cáncer y enfermedades pulmonares o cardíacas y de los peligros del tabaquismo pasivo. Para 9 de cada 10, el tabaquismo es un problema de salud pública.
MITOS SOBRE COMUNICACIÓN Y TABACO
Sin embargo, casi uno de cada cuatro jóvenes --y hasta un 54% de fumadores ocasionales--- cree que fumar 'de vez en cuando' no es perjudicial para la salud y cuatro de cada 10 opina que el tabaco sólo es malo 'si se consume durante años'. En esta linea, uno de cada siete piensa que se 'exagera' cuando se habla de los efectos perjudiciales de este producto y uno de cada cuatro que fumar adelgaza.
Los medios de comunicación, contando prensa, televisión e Internet, son la principal fuente de información sobre el tabaco para los jóvenes (50%), seguidos de los padres (43%) y los centros educativos (37%). De hecho, los medios son la fuente preferida de información sobre este tema para el 43 por ciento de los jóvenes. Seis de cada 10 jóvenes dice no hablan 'nunca' o 'casi nunca' de tabaco con sus padres y profesores
En contraste, el 73 por ciento de las madres y el 69 por ciento de los padres dice hablar 'habitualmente' o al menos 'de vez en cuando' con sus hijos de tabaquismo. De hecho, la mayoría de los progenitores (76%) creen ser la principal fuente de información de sus hijos sobre tabaquismo y casi uno de cada tres apuesta por que sus hijos prefieren recibir esta información desde los centros educativos.
RECHAZO A CAMBIAR LA LEY
Para el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Francisco Rodríguez Lozano, estos datos demuestran que "no tendría sentido" cambiar la actual ley del tabaco, como ha sugerido el presidente electo, Mariano Rajoy ya que "se está cumpliendo", ha logrado ya reducir en un 15 por ciento las hospitalizaciones por asma infantil y podría "ahorrar 1.000 muertes este año".
"No creo que un partido como el PP que dio su respaldo a esta ley, de marcha atrás", confía Rodríguez, pidiendo a Rajoy por el contrario, que ponga en marcha nuevas medidas contra el tabaquismo, como aumentar el precio de las cajetillas, ya que está demostrado que aumentar un 10 por ciento su precio disminuye un 4 por ciento el consumo en la población general y un 8 por ciento entre los jóvenes.
Otras iniciativas que apoya el CNPT serían la de prohibir fumar en los coches cuando se viaja con niños, una propuesta de la Organización Médica Colegial (OMC), o eliminar el logotipo de marca de los paquetes de tabaco, una medida que se ha anunciado ya en Australia y que se está discutiendo ahora en Europa.
"DAR EJEMPLO", APLICAR "EL SENTIDO COMÚN"
Por su parte, el profesor de Psiquiatría Enrique Baca, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Puerta de Hierro, de Madrid, y patrono de la Fundación Pfizer, admite que es "de sentido común" no fumar en el coche cuando se viaja con niños. No obstante, advierte del peligro de que las leyes se conviertan en "reglamentos demasiado exhaustivos" y logren así "el efecto contrario".
A juicio del diputado de la Asamblea de Madrid Pedro Núñez Morgades también patrono de la Fundación Pfizer, los resultados de este trabajo demuestran que, también a la hora de concienciar sobre los riesgos del tabaco, existe "una gran falta de comunicación entre padres e hijos".
En este sentido, ha recordado que "se enseña más con el ejemplo que con la palabra" y ha pedido a los padres "que den ejemplo" y no fumen ni cuando viajen en el coche con sus hijos ni cuando éstos son muy pequeños, habilitando, si es preciso, "una habitación donde los menores no vean fumar a los adultos".