Los mayores son las personas con más riesgo de sufrir un golpe de calor

Calor
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 4 julio 2013 19:01

MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los mayores son las personas que corren más riesgo de sufrir un golpe de calor, al responder peor a las temperaturas extremas, porque la sensación de sed en ellos es menor, suelen olvidarse de beber y, por tanto, no demandan el agua que necesitan y la rapidez de la deshidratación es mayor, según ha informado la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.

Además, ha apostillado, este riesgo se ve incrementado si la persona sufre sobrepeso, enfermedades crónicas o está medicado. Y es que, el organismo está preparado para mantener una temperatura casi constante, alrededor de los 36-37 grados centígrados, y cuando la temperatura externa es elevada, y aún más si la humedad del ambiente es alta o si se está realizando algún ejercicio o actividad física, se pueden sufrir agresiones térmicas que podrían derivar en situaciones de alto riesgo para la vida.

En concreto, tal y como ha explicado el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, José Antonio López Trigo, cuando la temperatura del cuerpo rebasa los 41 grados se produce una hipertermia, superando los mecanismos de regulación térmica de los que dispone el organismo y originando el temido golpe de calor, situación en la que el organismo ya no puede responder a las altas temperaturas con repercusiones tan graves que podría llevar a un fracaso orgánico irreversible.

En este sentido, el experto ha recordado que los síntomas de la hipertermia son: dolor de cabeza, sensación de boca seca y pastosa, náuseas, vómitos, mareos, escalofríos, piel seca y enrojecida, calambres musculares en brazos, piernas o vientre, desorientación, perdida de conciencia o confusión y no sudoración ante las temperaturas altas.

"Si la temperatura exterior es muy alta y las pérdidas de líquidos no se reemplazan de forma adecuada, entramos en una situación de deshidratación, la tensión arterial desciende, aparece sensación de debilidad e incluso calambres musculares. Si esta situación no se corrige a tiempo y progresa, se pierde la capacidad de sudoración y la piel presenta un aspecto seco y enrojecido, la temperatura corporal asciende progresivamente hasta cifras que superan los 40 grados, entrando en hipertermia y, si este proceso continúa, se llega a una situación de 'shock' en la que sucede un fallo de los distintos órganos, convulsiones y coma", ha explicado Trigo.

Por todo ello y con el objetivo de evitar estos golpes de calor, la sociedad ha recomendado tomar muchos líquidos; realizar comidas ligeras; evitar la exposición al sol cuando las temperaturas son elevadas, sobre todo las horas de mayor intensidad (12-16 horas) y con una humedad relativa alta (mayor del 60 por ciento); no realizar ejercicio ni deportes que aumenten el esfuerzo y la sudoración en momentos de calor; mantener la casa fresca y ventilada; no permanecer en vehículos estacionados o cerrados; y evitar llevar ropa ajustada y elegir tejidos ligeros, como el algodón y de colores claros, preferentemente.

Es recomendable, además, el uso de sombreros o gorras que protejan la cabeza del sol. "En caso de producirse un golpe de calor, y mientras esperamos a los servicios de Urgencias, tenemos que actuar como cuando una persona tiene 40 de fiebre, es decir, intentaremos bajar la temperatura, y para ello podemos utilizar paños de agua fresca y aplicarlos en la frente, en la nuca o en los pulsos", ha recalcado.

Por último, ha aconsejado que ante un caso de bajada de tensión, se tumbe a la persona con las piernas levantas y se le haga beber líquidos poco a poco como, por ejemplo, o agua con un poco de sal y azúcar, o alguna bebida isotónica.