A mayor confianza en el Gobierno, mayor cumplimiento de las pautas de salud pública por parte de la población

Archivo - Gente en el metro con mascarilla.
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Publicado: miércoles, 2 febrero 2022 10:45

MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

Niveles altos de confianza gubernamental y social, así como menos corrupción estatal, están asociados de un modo estadísticamente significativo con menores tasas de infección durante la pandemia, ya que se ha podido comprobar un mayor cumplimiento de las pautas de salud pública por parte de la población, según un nuevo estudio revisado por pares de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington y el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME), en Estados Unidos.

La investigación, publicada en 'The Lancet', también valora otros indicadores como la democracia, la desigualdad de ingresos, la atención médica universal o la capacidad hospitalaria, aunque en estos casos no lograron mostrar una relación significativa con las tasas de infección por COVID-19 o las tasas de mortalidad por infección.

El estudio realizado en 177 países, en el que ha colaborado el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), encontró que la amplia variación entre países en COVID-19. Los hallazgos sugieren que si todas las sociedades tuvieran una confianza en el gobierno al menos tan alta como la de Dinamarca, que se encuentra en el percentil 75, el mundo habría experimentado un 13% menos de infecciones. Si la confianza social (confianza en otras personas) alcanzara el mismo nivel, el efecto sería aún mayor: un 40% menos de infecciones a nivel mundial.

"Muchos de los factores que influyen en los resultados de COVID-19, como la estacionalidad, la estructura de edad y la densidad de población, están fuera del alcance de los tomadores de decisiones", ha señalado el director del Programa de Salud Global de CFR, Thomas J. Bollyky, autor principal de el estudio.

"La confianza es un área en la que los gobiernos pueden mover la aguja, y el hecho de que supere las medidas tradicionales de capacidad de atención médica y preparación para una pandemia debería ser una llamada de atención para todos nosotros mientras enfrentamos la pandemia de COVID-19 en curso y la amenaza de futuros brotes de enfermedades", explica.

Por otro lado, los altos niveles de confianza social y gubernamental, así como la menor corrupción gubernamental, se asociaron con una mayor cobertura de vacunación. Los niveles más bajos de corrupción gubernamental se asociaron con reducciones en la movilidad durante la pandemia, lo que sugiere un mayor cumplimiento de las reglas de distanciamiento social.

Los hallazgos también sugieren que promover una mejor salud, como reducir el índice de masa corporal y disminuir las tasas de tabaquismo, puede ayudar a prevenir enfermedades y muertes durante futuras pandemias.

Los investigadores analizaron una docena de índices de preparación para pandemias, siete indicadores de capacidad de atención médica y diez condiciones demográficas, sociales y políticas adicionales, y ajustaron muchos factores biológicos conocidos de infección, como la edad y los efectos estacionales. Una clasificación alta en la capacidad líder del sistema de salud y las medidas de preparación para una pandemia no solo ha sido insuficiente para el éxito en esta pandemia, sino que también ha sido innecesaria.

Países como Filipinas y la República Dominicana, que ocupan un lugar relativamente bajo en preparación para una pandemia y acceso y calidad de la atención médica, mantuvieron bajas tasas de infecciones y muertes durante el período de estudio, mientras que otras naciones con clasificaciones más altas, como Estados Unidos y Francia, enfrentó resultados mucho peores tanto para las infecciones como para las muertes.

"Los gobiernos pueden fomentar la confianza durante una crisis. Las estrategias claras de comunicación de riesgos y participación de la comunidad han funcionado para generar confianza durante otros brotes de enfermedades, incluso en países de África occidental que han pasado por un conflicto durante la epidemia de ébola. Esperamos que estos hallazgos puedan aprovecharse para aumentar el apoyo a las estrategias que pueden mejorar la confianza y reforzar la resiliencia frente a futuras amenazas", concluye Erin Hulland, investigadora del IHME y coautora del estudio.