MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha defendido la retirada de las vacunas de la varicela en las farmacias para su dispensación libre argumentando que ha sido un "ejercicio de responsabilidad" motivado por las recomendaciones oficiales.
"Hemos actuado en el ejercicio de nuestra responsabilidad como autoridad sanitaria y siguiendo las recomendaciones que promueven todas las organizaciones sanitarias mundiales y europeas", ha afirmado, al tiempo que recordaba que la decisión fue tomada en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Así, ha recordado que "las vacunas se pueden dispensar en oficinas de farmacia siempre de acuerdo a las fichas técnicas y al calendario vacunal" y, para un buen establecimiento, "todos debemos sumarnos a este calendario común si queremos conseguir la máxima cobertura".
Por otro lado, ha recordado que las recomendaciones oficiales, "según los expertos, dependiendo de la vacuna y de la realidad de la salud pública de cada país", afirman que "un uso no ajustado a las recomendaciones oficiales podría motivar un cambio en las condiciones epidemiológicas de las enfermedades que pueda hacer que el perfil de una determinada enfermedad cambie para el conjunto de la sociedad".
Por tanto, entiende que solo bajo un único calendario vacunal se podrá "tener conocimiento permanente de la trazabilidad" de la enfermedad y, con ello, "garantizar" que en una situación de alerta "se pueda actuar de forma inmediata por parte de las autoridades sanitarias evitando riesgos mayores".
En definitiva, "se trata de que sigamos las recomendaciones de salud pública y es obligación de Sanidad velar por ello. En el tema de las vacunas hay que actuar con rigor promoviendo una elevada cobertura", ha concluido.
En estos términos ha respondido a la portavoz de Sanidad de CiU en el Congreso, Conxita Tarruella, quien aprovechaba esta primera sesión de control al Gobierno en el Congreso de 2014, para que restablezca la posibilidad de que se puedan comprar vacunas contra la varicela B en las oficinas de farmacia, después de que decidiera suprimir su venta para un mayor control.
Tarruella ha lamentado que en España no se pueda acceder a ellas como en otros países, ha recordado que "no se esta pidiendo la financiación de la vacuna", sino "no impidan su acceso a la adquisición de los ciudadanos".
La parlamentaria de CiU entiende que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) "mezcla y confunde los conceptos de recomendación oficial, indicación terapéutica y financiación", al evitar su dispensación libre en la oficinas de farmacia.
Asimismo, ha recordado que las asociaciones medicas "más relevante" han mostrado su extrañeza por la toma de esta decisión; y ha alertado de que gallegos se desplazan a Portugal y los catalanes al sur de Francia o Andorra, o ciudadanos colindantes a Navarra se acercan a esta comunidad donde sí se dispensa la venta libre.
"Todas las recomendaciones de todos los pediatras dicen que la varicela puede ser muy grave, que la mayoría de los niños se recuperan pero que para un 15 por ciento puede ser grave e incluso mortal", ha concluido.