MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
Más de un tercio (37 por ciento) de los pacientes con lumbalgia sigue con dolor de espalda tras dos meses de tratamiento y aproximadamente el 10 por ciento no mejora o empeora. Asimismo, de los afectados a los que se les da la baja laboral, el 79 por ciento sigue de baja 14 días después y el 27,2 por ciento a los 2 meses, según los resultados de un estudio, publicados en la revista 'BioMedCentral'.
El estudio, realizado por la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda y cofinanciado por la Fundación Kovacs y el Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III, concluye que la actuación de los médicos de Atención Primaria con los pacientes con lumbalgia es excelente; sus criterios son clínicamente sensatos y coinciden con las recomendaciones de las 'Guías de Práctica Clínica basadas en la evidencia científica'.
Además, la investigación pone de relieve que la frecuencia con la que los médicos piden radiografías "es excesiva", ya que se solicitan al 43,1 por ciento de los pacientes con dolor de espalda. El motivo más probable es la insistencia de los propios pacientes, pese a que cada radiografía de columna les supone una irradiación que equivale a la de 15 radiografías de pulmón, y el resultado es irrelevante en su caso.
Los factores que se asocian con una mayor probabilidad de que el médico solicite una radiografía son: la mayor duración del dolor, que el paciente haya padecido previamente más de 2 episodios de lumbalgia, que presente dolor irradiado a lo largo de la pierna o signos que sugieran que puede haber compresión nerviosa, y la gravedad de incapacidad física provocada por el dolor, precisa el estudio.
A la mayoría de los pacientes (al 91,7 por ciento) se les prescribe fármacos, aunque de acuerdo con las recomendaciones científicas vigentes, en los pacientes crónicos los médicos intentan retirar la medicación y referir a los pacientes a fisioterapia o rehabilitación.
En este sentido, los facultativos derivaron al 19,1 por ciento de los pacientes a estas técnicas, principalmente por la mayor duración e intensidad del dolor, haber padecido episodios previos, o la existencia de signos que sugieren compresión nerviosa.
Asimismo, se pidió la realización de TAC o Resonancia Magnética al 18,8 por ciento de los pacientes; mientras que se derivó al 9,6 por ciento de los pacientes a cirugía.