MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Más de 4 millones de españoles sufren algún trastorno del sueño crónico y grave, y hasta un 48 por ciento de la población adulta sufre, en algún momento de su vida, dificultad para iniciar o mantener el sueño, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que advierte de que "banalizar" este problema puede tener consecuencias en la salud.
"El sueño cumple un papel muy importante en nuestro metabolismo, en nuestro sistema inmunológico, en el estado de ánimo, en la memoria, en el aprendizaje,... Por lo que no dormir adecuadamente puede conllevar a que surjan complicaciones endocrinas, metabólicas, psicológicas, inmunológicas, psicomotoras, además que cada vez más se considera el mal sueño como un desencadenante o riesgo para determinados trastornos neurológicos, como el ictus, el Parkinson, el Alzheimer o diversas enfermedades neuromusculares", señala el doctor Carles Gaig Ventura, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.
En definitiva, recuerda con motivo de la celebración este viernes del Día Mundial del Sueño, "no dormir adecuadamente es un problema de salud". Este experto, advierte de que los cambios que se pueden producir a lo largo de la vida en los patrones de sueño, no pueden ser catalogados como normales o propios de la edad en la que se padecen, y por tanto, deben ser tratados.
Aunque existen más de un centenar de trastornos del sueño, el insomnio es el más prevalente (20-30%), seguido del síndrome de las piernas inquietas (5%) y del síndrome de apneas-hipopneas del sueño (4-5%). Otros trastornos del sueño también bastante frecuentes son la narcolepsia, la hipersomnia idiopática, el trastorno de conducta durante el sueño REM, parasomnias o trastornos del ritmo circadiano.
"Cuando la experiencia nos muestra que la gran mayoría de ellos responden a una causa concreta que puede ser tratada con un diagnóstico correcto", añade, al tiempo que incide en que, aunque las necesidades de descanso cambian a lo largo de la vida, "una pobre calidad del sueño nunca debe ser entendida como un proceso normal pues las causas que subyacen podrían ser un factor de riesgo para otras complicaciones en la salud.
EXCESO DE AUTOMEDICACIÓN
Si no se tienen malos hábitos de sueño, cada persona debería poder cumplir con la 'cuota' de sueño que necesite para sentirse reparados. "Si no es así nunca se deben tomar medicamentos para dormir sin consultar antes con un especialista", comenta Gaig.
Cuando se produzca una disminución paulatina o prolongada del tiempo en el que se permanece dormido, si aumenta la cantidad y la duración de los despertares nocturnos, si el sueño deja de ser profundo o se experimenta somnolencia y fatiga diurnas, "es el momento de visitar a un profesional, porque lo más probable es que estemos ante un trastorno del sueño que puede tener tratamiento", explica.
Sin embargo, pese a las señales de alarma, al menos más dos tercios de las personas que padecen problemas de sueño no buscan ayuda profesional y, por lo tanto, carecen de diagnóstico. Además, al menos un 5 por ciento de los pacientes se automedica, habitualmente a diario, a pesar de que los fármacos hipnóticos tomados de forma habitual y sin control médico pueden tener muchos efectos secundarios, algunos realmente graves.
Desde la SEN se recuerda que para lograr una buena higiene de sueño es necesario llevar un ritmo de vida regular manteniendo estables los horarios de sueño y comidas y aprovechar los ciclos de luz para ajustar los horarios; evitar agentes externos que puedan importunar nuestro descanso, como el ruido o los estímulos externos (televisión, móviles, etc); evitar las comidas copiosas y las bebidas estimulantes, sobre todo antes de dormir, así como realizar deporte y llevar un estilo de vida activo.