ESPLUGUES DE LLOBREGAT (BARCELONA), 11 (EUROPA PRESS)
Los trastornos del comportamiento son los trastornos mentales más prevalentes entre la población infantil y juvenil. Un 9 por ciento de los niños y un 4 por ciento de las niñas sufre un trastorno de la conducta, una enfermedad que lleva a violar normas sociales y que, en la mayoría de los casos, está mal diagnosticada y mal tratada.
El Observatorio de la Infancia y la Adolescencia Faros, impulsado por el Hospital de Sant Joan de Déu, presentó este viernes estos datos que forman parte de un informe sobre trastornos del comportamiento en la infancia y la adolescencia elaborado por especialistas de los hospitales Sant Joan de Déu y Clínic de Barcelona, Gregorio Marañón de Madrid y la Clínica Universitaria de Pamplona.
Según el estudio, más de un 6 por ciento de los niños presenta problemas de conducta graves. Estos trastornos tienen una mayor prevalencia en niños que en niñas. Los síntomas, a menudo, son difíciles de detectar puesto que se confunden y se atribuyen al desarrollo normal del niño. Por ello, muchos trastornos son mal diagnosticados o reciben un mal tratamiento.
El director de Salud Mental del Hospital de Sant Joan de Déu, Lluís San, comentó que "hay que preocuparse cuando el comportamiento negativo de un niño excede de lo razonable en su edad o se extiende durante mucho tiempo". En este sentido, explicó que "no es lo mismo una actitud rebelde de un adolescente de 16 años que la misma actitud en un niño de 7 años si, además, es altamente disruptiva en el ámbito familiar".
En estos casos, San recomendó a las familias consultar con un especialista en salud mental para que valore si se trata de una conducta normal o de un trastorno que hay que tratar. "La frontera entre normalidad y patología es muy difusa y lo que no encontramos más a menudo son trastornos mal tratados porque el diagnóstico es erróneo", manifestó el doctor.
Un trastorno de conducta en la infancia no es una enfermedad mental muy grave pero puede tener consecuencias en el futuro si los niños no son tratados correctamente en forma de fracaso escolar, conductas antisociales o marginación.
Los trastornos de conducta tienen diferentes causas entre las que están los factores genéticos y los ambientales. Su tratamiento requiere de actuaciones psicoeducativas como programas de entrenamiento para los padres, terapias familiares, actividades educativas y tratamiento farmacológico para reducir la agresividad y la impulsividad.