CÓRDOBA 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Más de un centenar de voluntarios de cinco asociaciones cordobesas visita durante los meses de julio y agosto a los niños ingresados en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba para hacer más agradable su estancia con actividades divertidas y esta iniciativa también supone un respiro para los padres.
En este sentido, talleres de manualidades, teatro, trucos de magia, fiesta de disfraces y otras actividades forman parte de actividades que organiza el voluntariado para los pacientes pediátricos durante el periodo estival, según informa la Junta.
Los colectivos que participan para hacer más agradable el verano a los pequeños hospitalizados con Sonrisasazules, Fundación Prodean, Asociación Cruz Roja Juventud, Asociación de Mayores del Hospital Reina Sofía y Asociación Andalusí de Trasplantados Hepáticos. Los voluntarios que acuden los lunes y los miércoles lo hacen en horario de mañana, de 10,30 a 12,30 horas, y el resto de los días la programación se desarrolla por la tarde, de 17,00 a 19,30 horas.
Esta labor solidaria, que permite que la ciberaula se abra todos los días de julio y agosto, se coordina desde la Unidad de Participación Ciudadana, que se ocupa de programar los protocolos de actuación y recibir a las asociaciones que se incorporan para que conozcan el hospital antes de iniciar su actividad.
La actividad habitual del voluntariado infantil en el Hospital Universitario Reina Sofía durante el resto del año se organiza en diferentes programas que se desarrollan tanto en el aula hospitalaria --en horario de tarde y fines de semana-- como en las habitaciones de los pequeños, con la finalidad de llevar entretenimiento a los niños con dificultades para desplazarse hasta el aula hospitalaria y también dar un respiro a sus cuidadores principales. A lo largo de todo el año, colaboran once asociaciones con unos 300 voluntarios.
La aportación de los voluntarios permite que la ciberaula se abra cada tarde de 17,00 a 19,30 horas para organizar en ella actividades lúdicas que hacen más llevadera la estancia de los niños, así como fomentando la convivencia entre ellos y sus cuidadores. El objetivo final es que los pequeños olviden que se encuentran hospitalizados, meta que se consigue en muchas ocasiones ya que los niños no quieren abandonar el hospital tras recibir el alta y lo visitan con frecuencia tras su recuperación.