MADRID 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Más de 9.000 personas han podido recuperar la audición gracias al implante coclear, indicado para personas que han perdido la audición, especialmente en niños menores de tres años. Precisamente, este lunes, 28 de febrero, tiene lugar su Día Mundial, que pretende conmemorar la primera operación que se llevó a cabo en el mundo y divulgar conocimiento sobre esta técnica.
Entre las personas que han podido beneficiarse de esta técnica, se encuentra Alberto Marcos, quien hace dos años perdió "totalmente" la audición. Antes, había ido poco a poco perdiendo la capacidad para oir, de tal forma que, con 18 años, ya tuvo que empezar a utilizar audífonos.
Fue, en sus palabras, una "sordera progresiva". "En principio, lo achacaban a algo genético. El caso es que los resultados no han sido concluyentes", asegura. Su madre también padeció sordera profunda pero con 40 años.
"Siempre con audífonos desde los 18 hasta los 32 años pero, hace dos años, perdí totalmente la audición, ni con audífonos tenía algún tipo de ganancia. El implante era lo único que podía hacer para volver a recuperar la audición", explica.
Marcos recuerda como fue el año que perdió de repente la capacidad para oir. "Empecé el año muy bien: tuve un hijo, me compré una casa... y justo, a los pocos meses, en menos de una semana deje de oir. Me quede a cero", señala.
Entonces, explica que fue al médico y tuvo que someterse a una terapia mediante oxígeno puro y se descartó un tumor cerebral o "algo vírico". "No supieron decirme y empecé a aceptar qué es lo que había", indica.
Tras permanecer en lista de espera un año y medio, recibió la llamada que citaba cuándo podía ser intervenido. "Fue de un día para otro. Lo tenía muy claro en ese momento y dije sí", señala. El proceso, a su parecer, fue rápido, al ingresar un lunes y salir del hospital un viernes.
Después, tuvo que esperar un mes para que cerrase la herida y, cuando encendió el procesador --la parte externa del implante--, "ya oía cosas", señala. "Pensé que no iba a entender nada pero empecé a entender palabras", asegura.
Durante el proceso de rehabilitación (en el primer mes), la logopeda se quedo un "poco alucinada". "No se creía que yo la estuviera entendiendo lo que me decía. No esperaba eso para nada", señala. Tras la operación, los pacientes tienen que estar entre seis meses y un año realizando ejercicios consistentes en escuchar palabras y sonidos.
Los cuidados que tiene que tener Marcos ahora pasan por no mojar el dispositivo ni darle golpes. "La experiencia es muy positiva", dice, al tiempo que aconseja a otros que estén en una situación similar que "no lo piensen mucho". "El implante es un cambio radical. Pasas de no oir nada ni hacer vida social a poder hacerlo", señala.
