MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
Más de 67.000 trabajadores están convocados a secundar la huelga de la Sanidad Pública de Madrid que comenzó anoche a las 22.00 horas, y que durará hasta mañana, tras el llamamiento de los sindicatos CC.OO y UGT. Bajo el lema "En defensa de la sanidad pública madrileña", los convocantes reclaman al Gobierno de Esperanza Aguirre que rectifique la Ley de Acompañamiento 2007 en lo que respecta a la externalización de diferentes servicios en los nuevos hospitales.
El paro está además respaldado por el PSOE y 15 ayuntamientos de izquierdas de la Comunidad, así como por la Federación de Defensa de la Sanidad Pública y la coordinadora de Asociaciones de Vecinos. Sin embargo, los sindicatos CESM y SATSE, mayoritarios en cuanto a representación de los médicos y enfermeras, no respaldan la convocatoria por considerar sus reclamaciones "no profesionales".
Los convocantes esperan un seguimiento superior al 75 por ciento, así como una afluencia muy numerosa a la manifestación que se celebra hoy a las 19:00h entre las plazas de Neptuno y Sevilla de la capital. Para esta marcha, se han fletado autobuses con el fin de facilitar la llegada de los manifestantes.
Sin embargo, todo apunta que ésta será la primera de una serie de reivindicaciones emprendidas por los sindicatos sociales."Esta no va a ser la única movilización, sino que será la primera en el ámbito de lo público y de la Sanidad pero vendrán nuevas posteriormente. Por eso, pido que reflexionen los responsables sobre qué cosas tienen que cambiar y cómo deben tratar estos temas", indicó el secretario de UGT Madrid, José Ricardo Martínez.
El último intento de acuerdo se produjo ayer en la reunión con el Comité de Huelga, pero los esfuerzos terminaron en fracaso a la luz de que, según el consejero de Sanidad, Manuel Lamela, se trata de un paro promovido e impulsado por el líder socialista Rafael Simancas con el objetivo de "arañar algún voto erosionando la labor del Gobierno regional". Los sindicatos, en cambio, creen que la movilización es la única opción contra una política cuyo objetivo es "la mercantilización de la Sanidad".
Por otra parte, los servicios mínimos fijados por la Consejería han sido calificados por los convocantes de "abusivos", puesto que en algunos casos alcanzan el 100 por cien (Summa y urgencias) y en otros "como en enfermería, están por encima del 80 por ciento", según Rodríguez. "Nosotros propusimos que los mínimos fueran los propios de una día festivo" pero son un "máximo en vez de mínimos", agregó Rodríguez.
Según los sindicatos convocantes, ésta es una "huelga de la sociedad" por la "permanente agresión a los trabajadores" que debería servir para que el Gobierno comience a cumplir los 32 acuerdos salidos de la mesa sectorial de la Comunidad de Madrid y cambie la Ley de acompañamiento en cuanto a la gestión de los hospitales.
El manifiesto suscrito por CC.OO y UGT reclama además permitir que la primera consulta del especialista se realice en el plazo máximo de 15 días, así como un Plan de medidas urgentes para reducción de las listas de espera. Asimismo, piden potenciar la red hospitalaria para incrementar el número de camas con el objetivo de alcanzar un ratio de 5 camas por cada 1.000 habitantes.
EL 95% DE LOS MÉDICOS TRABAJARÁN
Las raíces políticas de esta huelga son el motivo esgrimido por la Confederación Española de Sindicatos Médicos para rechazar el paro y mantener que sus afiliados, el 95 por ciento de los médicos de la sanidad pública madrileña, no secundará la huelga.
El portavoz del CESM en Madrid, Pablo Martínez, subrayó que las peticiones del personal médico ya quedaron resueltas a principios de mes cuando cerraron un acuerdo con la Consejería, que llevó a la desconvocatoria de la huelga prevista para el 30 de noviembre y 1 diciembre pasados.
Este modelo defendido por Aguirre "no afecta a la gestión pública de los recursos, pues haya 'outsourcing' o no, el que paga es la Consejería", señaló. De este modo, Martínez apuntó que el hecho de que se externalicen determinados servicios como son ahora la limpieza, o en un futuro el servicio de catering o las labores administrativas de los hospitales "no afecta a la asistencia sanitaria de los médicos, de los auxiliares, y el resto del personal sanitario".