MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Más de 59.000 personas han firmado la petición de la asociación Visión y Vida para apoyar un plan para acabar con la pobreza visual infantil en España y la iniciativa seguirá abierta hasta que se active el plan español para la Garantía Infantil Europea.
"Esta problemática requiere de soluciones, no ver correctamente tiene una relación directa con las capacidades de los menores a la hora de estudiar, desarrollarse o relacionarse con los demás", ha explicado el presidente de la asociación, Salvador Alsina.
La entidad denomina pobreza visual a aquellos casos en los que un menor de 18 años necesita gafas, lentes de contacto o terapia visual
para poder ver bien, pero la situación económica de su familia le impide el acceso a ellos.
La asociación, en su análisis 'Radiografía de la pobreza visual infantil en España' ha estimado que el 8,59 por ciento de los menores en España, un total de 761.157 niños y niñas, no pueden disfrutar de una buena visión debido a los problemas económicos de sus familias. Del mismo modo el estudio pone de manifiesto el alto componente geográfico de la pobreza, siendo Ceuta es una de las zonas con mayores tasas de pobreza visual infantil (19,84 %), seguida de Extremadura (11,52 %), Asturias (10,73 %), Andalucía (10,56 %) o Melilla (10,11 %).
"Desde que compartimos los datos de nuestro informe, hemos recibido multitud de apoyo de la población, que se ha concienciado sobre esta realidad. También en el plano institucional hemos
notado mucha implicación, y ya hemos mantenido diferentes reuniones con responsables a nivel nacional, autonómico y local para buscar medidas que resuelvan esta situación, que esperamos que pronto se materialicen", ha explicado Alsina.
Por ello, consideran que ahora es el momento de darle a la salud visual la importancia que merece y de apoyarla a través de los fondos nacionales y europeos derivados de la Garantía Infantil Europea. Además, insisten en que uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con un problema visual no
detectado en su momento.
"Es frecuente dar con casos de personas que hasta la etapa adulta no descubrieron que su problema de aprendizaje se debió a un defecto visual que podía haberse detectado con una revisión y compensado con unas gafas", ha sostenido la optometrista y coordinadora de Visión y Vida, Elisenda Ibáñez.
En definitiva, la asociación propone que estos problemas se trabajen de manera coordinada desde los centros escolares, donde se detectan muchos de los problemas que afectan a los menores. "Tanto el programa de nutrición como la monitorización del desarrollo del menor y la revisión visual deben estar interconectadas. No ver bien provoca que los menores tengan problemas de comprensión lectora, de expresión, o de capacidad de estar delante de un texto el tiempo necesario, algo que afectará a su aprendizaje y derivará en problemas de exclusión social", ha concluido Ibáñez.