MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Rebeca Corredera ha puesto en marcha en la plataforma 'Change.org' una recogida de firmas -ya lleva más de 35.000- sonde pide a Jazz Pharmaceuticals que reanude un estudio del tratamiento con CBD para lesiones cerebrales que mejoró la vida de su hija tras un episodio de hipoxia al nacer.
"Parece un milagro. Pero ha sido ciencia", así comienza el texto de la recogida de firmas de Rebeca Corredera, quien comenta que al nacer su hija estuvo 7 minutos sin recibir oxígeno (hipoxia), la ingresaron en la UCI en estado muy grave y no se sabía si podría sobrevivir. "Si lograba vivir, el pronóstico era muy duro: estaría casi en estado vegetal. Tendría problemas motores muy graves y nunca llegaría a andar", afirma.
La impulsora de la petición explica que a las horas de nacer su hija, en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid les ofrecieron participar en un ensayo clínico con cannabidiol (junto con hipotermia), "una sustancia que ha demostrado potencial terapéutico para tratar condiciones neurológicas".
"Gracias a este ensayo clínico, hoy mi hija tiene 3 años y lleva una vida casi normal. Y aunque necesita prótesis y un traje postural, ya puede caminar. No te imaginas el agradecimiento que siento hacia el hospital y los investigadores al frente de este estudio", afirma Rebeca quien lamenta que cuando el estudio ya se encontraba en fase muy avanzada, la farmacéutica Jazz Pharmaceuticals lo ha detenido, "negando la esperanza a familias como la nuestra que ha visto en su propia piel los beneficios del tratamiento".
Por eso ha iniciado una recogida de firmas en Change.org solicitando que el estudio continúe. En dos semanas ha recogido más de 25.000 firmas y sigue sumando nuevos apoyos, al menos hasta los 50.000 que se ha puesto de límite.
"Si conseguimos muchísimas firmas podemos lograr que más niños como mi hija tengan la oportunidad de mejorar su calidad de vida. No empiezo esta campaña por mi hija. A ella ya no le va a beneficiar más. Pero siento una pena horrible cada vez que veo un niño en una silla de ruedas y sin calidad de vida, porque ese era el pronóstico de mi hija y sé que se puede cambiar", señala.