Marcelo Palacios apoya la eutanasia, que distingue del suicidio asistido, en una persona "terminada", no "terminal"

Actualizado: lunes, 21 mayo 2007 13:51

GIJÓN, 21 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), Marcelo Palacios, mostró su apoyo a la eutanasia, entendida como la ayuda a morir a un paciente terminal, irreversible, con una esperanza de vida máxima de 6 meses. En declaraciones a Europa Press, Palacios puntualizó que "una cosa es el enfermo terminal y otra la persona terminada, para quien la vida no tiene sentido". En su opinión, existe una gran confusión con el tema de la eutanasia, por lo que indicó que no se debe confundir con "el suicidio asistido o la muerte por piedad".

Asimismo, señaló que "no hay un morir de diseño". Precisamente este tema, la toma de decisiones al final de la vida, será uno de las cuatro materias que se abordarán en el V Congreso Mundial de Bioética, que se celebrará en el recinto ferial de Gijón, en el Palacio de Congresos, desde mañana hasta el día 25, a partir de las 19.30 horas. Al evento, que cuenta con la Presidencia de Honor de sus Majestades los Reyes de España, está previsto que participen 600 expertos de 39 países, con una notable presencia latinoamericana y europea.

Sobre la eutanasia, Palacios explicó que es el paciente el que puede rechazar o aceptar el tratamiento, mientras que el médico debe sólo informarle sobre el mismo. "Entre los derechos del paciente está el rechazar el tratamiento", aseguró.

Según Palacios, "retirar un tratamiento lo hemos hecho los médicos toda la vida", dijo con respecto a evitar un ensañamiento al paciente. En este sentido, recalcó que ya el último Código Deontológico del Colegio Oficial de Médicos recoge en su artículo 24 que el médico aplicará los medicamentos oportunos aún cuando pueda contribuir a acortar la vida del enfermo. Este punto, según Palacios, se refiere a la utilización de morfina y opiáceos.

Personalmente, el presidente de la SIBI se mostró contento de que se haya avanzado "bastante" en este asunto, y resaltó el hecho de que el Parlamento desarrollará una norma sobre el testamento vital, que fue recogido por muchas comunidades autónomas. Palacios explicó que el testamento vital se refiere no sólo a la salud, sino también a temas económicos y de tutela o la posibilidad del paciente a renunciar al tratamiento.

Otro punto que se tratará en el congreso es la bioética y la investigación. Para Palacios, España es un país muy avanzado respecto a la regulación normativa de la ética en la investigación. El presidente de la SIBI resaltó la Ley de Investigación Biomédica que se está tramitando. "Los investigadores pueden trabajar con tranquilidad, porque están apoyados por una normativa legislativa", señaló.

"Las bioleyes son un hecho fundamental", apuntó. El científico, según Palacios, puede saber que lo que hace está dentro del marco legal. En este sentido, recordó que hubo científicos que hace unos años tuvieron que salir de España para hacer pruebas científicas, porque en el país estaba prohibido.

En cuanto al congreso que se inicia mañana, resaltó que en él se entregará el premio SIBI al catedrático de Uruguay Hector Gross, quien fue ministro de Exteriores y actualmente es embajador en la Unesco. El galardón fue fallado en la edición anterior del congreso. De esta forma, se premia su trayectoria profesional. Gross, que preside la sección latinoamericana de la SIBI, con sede en Argentina desde hace 5 años, recibirá un diploma y la medalla de la institución.

El Congreso está dividido en cuatro bloques temáticos: "Libertad y responsabilidad en la investigación; Comités de Bioética; La toma de decisiones al final de la vida; Adaptabilidad de la Bioética". Cada día se tratará uno de ellos a través de ponencias de media hora, seguidas de comunicaciones. "Se garantizan 8 horas de debate", indicó Palacios. También habrá mesas redondas.

Asimismo, destacó la presencia en el congreso del británico Francoise Shenfield, que hablará sobre la investigación de las células madre en embriones; el director de Salud del hospital Carlos III, Francisco Gracia, que expondrá la situación de la investigación con respecto a la normativa en España; y el belga Gilbert Hottois, que abordará desde diferentes perspectivas los Comités Nacionales e Internacionales de Bioética.

También citó otros nombres, como la española Adela Cortina, el venezolano Ludwig Schmidt y Nathalie Kapambalisa, de la República Dominicana del Congo. Esta última con la ponencia "La asistencia a los pacientes con VIH: un dilema ético en los hospitales de Nord-Kivu", de su país.

En el tercer apartado se abordará las decisiones a tomar ante la muerte. Palacios resaltó la presencia de Aurora Bau, de la asociación catalana de "Derecho a Morir Dignamente". También participarán el holandés Paúl J. van der Maas y Luz Mª Restrepo, de Colombia, que expondrá una sentencia en la que la Corte Constitucional Colombiana planteaba la idoneidad de autorizar la eutanasia a una paciente.

Asimismo, el último día del Congreso se debatirá sobre la adaptabilidad de la bioética. Entre los ponentes, Palacios resaltó a Héctor Gros Espiell (Uruguay), con la ponencia titulada "Bioética y Derecho Internacional. El aporte de las tres Declaraciones de la Unesco y su relación con los Derechos Humanos", y a Baris Perin (Turquía, Consejo de Europa), con "La Convención sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina del Consejo de Europa (Convención de Asturias de Bioética)".

Otros que estarán presentes son los presidentes de los colegios de Abogados de Chile y China. Los debates estarán presididos por expertos en la materia, como Margarita Salas, Victoria Camps o Santiago Grisolía.