TSJM condena al SERMAS a indemnizar con 217.576 euros por no practicar un cesárea que provocó daños en un bebé

Hospital 12 De Octubre
COMUNIDAD DE MADRID
Actualizado: miércoles, 25 julio 2012 13:36


MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Sección 9ª de la Sala de lo Contencioso-Adminitrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado por mala praxis al Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) con el pago de una indemnización de 217.576 euros a una familia cuyo bebé nació con una parálisis branquial por no haber realizado una cesárea a tiempo.

La sentencia, tramitada por la Asociación del Defensor del Paciente y a la que ha tenido acceso Europa Press, responde a la estimación de un recurso presentado por la familia contra una primera resolución y concluye que en el presente caso "y en atención a una debida aplicación de la lex artis, cabe concluir que estaba indicada la cesárea en lugar de parto vaginal".

"Incluso, una vez iniciado el parto vaginal, ante la posición y las características del feto, debió interrumpirse el parto para realizar una cesárea", añaden el juez, que considera que "si se hubiera actuado así se habrían evitado las secuelas que actualmente padece el hijo de los recurrentes".

Así, entiende como acreditados distintos daños como la necesidad de tres intervenciones quirúrgicas al niño, una realizada el 22 de agosto de 2006 para la corrección quirúrgica de la parálisis diafragmática derecha; otra el 15 de diciembre del mismo año de plexo braquial derecho con colocación de escayola; y otra el 3 de enero del 2007, bajo anestesia general, para recambio de escayola.

SECUELAS PERMANENTES

También reconocen secuelas de carácter permanente, tal y como las describe el perito judicial en su informe, como la parálisis del plexo braquial derecho que hace que no pueda mover el brazo derecho y se encuentre en un tratamiento de fisioterapia; o que se le haya quedado más corto que el brazo izquierdo.

Esto también conlleva un "perjuicio estético derivado de la actitud pegada al cuerpo del miembro superior derecho con atrofia muscular y acortamiento del mismo", así como una cicatriz en zigzag de 14 centímetros desde el cuello hasta la clavícula y la disminución leve de la hendidura palpebral derecha.

A todo esto se le añaden los días de hospitalización, que suman 140, desde el 20 de mayo hasta el 9 de septiembre de 2006 y desde el 14 de diciembre de ese mismo año hasta el 11 de enero del 2007. También se contabilizan los días no impeditivos, un total de 96.

Entre los daños se reconoce una minusvalía del niño del 40 por ciento por lesión del plexo braquial, posibles cirugías posteriores, sugeridas por el perito judicial, para sustituir las funciones perdidas productos de la lesión, y perjuicios morales para los padres. El TSJM admite la indemnización teniendo en cuenta "el carácter permanente de las secuelas y la edad del niño".

HISTORIA DEL CASO

Según ha explicado la Asociación, la madre del pequeño, A.V., diabética y embarazada de su segundo hijo, acudió a las revisiones efectuadas por el Servicio de Ginecología del Hospital Universitario 12 de Octubre y en las ecografías anteriores al parto ya se apreciaba que el feto era macrosómico, de más de 4 kilos.

Con fecha 19 de mayo de 2006, a las 38 semanas de amenorrea, A.V. ingresó en el Hospital con dilatación y de parto. Tras unas horas de dilatación, se le aplicó la epidural que no surtió el efecto deseado pues "los dolores eran tan insoportables que provocaban el llanto, desmayos y los gritos de la paciente que solicitó insistentemente que el parto se llevara a cabo mediante cesárea".

Finalmente, fue trasladada al paritorio pero insistiendo en el parto vaginal. Las maniobras del parto las inició la matrona a pesar de la previsión de que el feto era macrosómico, con todas las connotaciones que ello conlleva (distocia de hombros, etc) y el parto en sí se inició sin la presencia de un ginecólogo.

"Tras varios minutos intentando la expulsión sin éxito y con evidente desorganización, aplicación de fuerzas excesivas y evidente incapacidad, decidieron avisar a un ginecólogo", han explicado desde la organización, que han señalado que antes de su llegada y con maniobras "tremendamente agresivas" la matrona consiguió sacar la cabeza del niño indicando que estaba atascada.

Según relata, una vez estaba la cabeza del pequeño fuera, la matrona "continuó insistiendo en la extracción del niño sin éxito y con absoluta falta de cuidado y nerviosismo". "Al cabo de un rato llegó la ginecóloga quien, tras una serie de maniobras agresivas y desesperadas consiguió expulsar el cuerpo entero", han lamentado.

El niño nació en parada cardiorespiratoria como consecuencia del retraso en su expulsión, con necesidad de reanimación con intubación y adrenalina. Tras remontar la parada, sufrió una parálisis braquial que impidió que el pequeño pueda mover su brazo, fractura de húmero, hematoma parietal derecho, hematoma hepático y parálisis diafragmática derecha.