MADRID 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al Instituto de Religiosas de San José de Gerona, propietario de la Clínica Santa Elena, y al ginecólogo J.M.A.Z.B, a pagar 20.666 euros a una mujer por daños y perjuicios al ocasionarle quemaduras en los glúteos y vulva durante una cauterización de verrugas genitales.
La paciente, M.C, ingresó el día 13 de mayo de 2004 en la Clínica Santa Elena para la eliminación de verrugas genitales causadas por el virus del papiloma humano mediante electrocoagulación. Durante la operación, que se hizo con electrobisturí bajo anestesia epidural, "se prendieron fuego los paños del campo quirúrguico causando a la paciente quemaduras de primer grado y segundo grado en la vulva, periné y glúteos".
La sentencia señala que los informes médicos realizados con posterioridad a la paciente dicen que presentaba quemaduras con "buena cicatrización, con cicatriz queloide residual de tamaño aproximado de 3 x 3 centímetros en cara interna del glúteo, cuya retracción provoca molestias locales sensitivas, que le ocasionan disconfort para el desarrollo de su vida diaria" y el perito de la clínica demandada considera que "las secuelas se pueden valorar como perjuicio estético de grado ligero, con seis puntos".
Por último, el perito judicial considera que queda como secuela "una cicatriz patológica excesiva, de forma circular, excavada central que provoca retracción con carácter inestético de 3,3 x 3,3 que lo engloba en perjuicio estético moderado".
En la valoración, se han tenido en cuenta las molestias del paciente "por anamnesis (prurito y dolor), así como por inspección y palpación (color, textura y grosor)", señala el texto, que dice que parece que el bisturí no se encontraba en buenas condiciones" y destaca el "escaso interés y poca diligencia observada por la clínica, que se limita a desechar los paños quirúrgicos sin otro examen ni análisis".