MADRID 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha condenado a la Comunidad de Madrid a indemnizar con 50.000 euros al marido de una mujer que falleció por una caída producida por la "insuficiente atención recibida mientras practicaba ejercicios de rehabilitación en la Fundación Instituto San José.
En una sentencia facilitada a Europa Press por la Asociación Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa), la Sala de lo Contencioso-Administrativo ha estimado parcialmente el recurso del viudo contra la desestimación de reclamación patrimonial formulado por la Consejería de Sanidad.
El hecho tuvo lugar en febrero de 2010, cuando la fallecida estaba realizando un ejercicio de rehabilitación "bajo supervisión" y sufrió una caída que le ocasionó un hematoma subdural agudo hemisférico derecho que se estendío al tenorio derecho con signos de herniación.
Según argumenta la defensa, la mujer había sido incluida "erroneamente" en el grupo de enfermos supervisados, en que los pacientes realizan la actividad terapéutica de forma autónoma bajo la supervisión de auxiliares y fisioterapeutas, cuando en realidad debía estar en el grupo de los pacientes asistidos, en el que los fisioterapeutas realizan o ayudan de forma manual a los pacientes.
"La paciente estaba en una situación neurológica en la que era incapaz de valerse por si misma. Necesitaba ayuda para realizar las funciones más elementales de la vida, incluso para mantenerse en pie", reza el informe pericial.
Además, pese al hematoma sufrido, que según los protocolos de actuación requiere la práctica urgente de un TAC, el traslado de la ambulancia no se solicitó como "urgente", lo que "retrasó su traslado" al Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
No obstante, la sentencia señala que "no es posible estimar como cierto que un traslado más rápido hubiera evitado el fallecimiento".
Tras practicarse el TAC craneal, se observó como el hematoma se había extendido al tentorio derecho con signos de herniación por lo que, teniendo en cuenta la situación previa de la paciente, el neurocirujano decidió junto a la familia de la paciente no tomar medidas agresivas.