MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
En España se estima que el 12 por ciento de las personas más de 60 años sufre artrosis de rodilla y en muchos casos acaban desarrollando un deterioro de la articulación que hace que acaben necesitando una prótesis. Sin embargo, el uso de un fármaco innovador permite reducir hasta casi un 25 por ciento el riesgo de recibir una prótesis.
Así se desprende de los resultados de un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) sobre la eficacia del fármaco condroitín sulfato presentados en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) que se celebra estos días en Barcelona.
Uno de sus autores, el prestigioso reumatólogo Nigel Arden, ha explicado en una entrevista a Europa Press la importancia de evitar que los pacientes con artrosis de rodilla reciban una prótesis, ya que "el 52 por ciento de quienes la reciben admiten que suele tener un gran impacto en sus vidas".
Además, apunta este experto, la realización de una artroplastia total de rodilla también tiene un importante impacto económico en el sistema sanitario.
Ante este doble impacto, en el estudio presentado en Barcelona Arden y su equipo pretendían ver si el uso del condroitín sulfato, que disminuye la pérdida de volumen del cartílago y las lesiones del hueso, podía reducir el riesgo de prótesis en pacientes con artrosis de rodilla ya diagnosticada.
Para ello, recurrieron a la base de datos del Sistema de Información para el Desarrollo de la Investigación en Atención Primaria (SIDIAP) de Cataluña, que incluye información de Atención Primaria y facturación de farmacia.
En total, participaron en el estudio 122.633 pacientes, de los que el 6,8 por ciento acabaron necesitando una prótesis de rodilla. Entre los pacientes que fueron tratados con condroitín sulfato, se observó como el riesgo de necesitar una prótesis se redujo a los seis meses de iniciar el tratamiento, según asegura Arden.
En concreto, el uso de este tratamiento disminuyó un 13 por ciento el riesgo de prótesis, un beneficio "importante" que además se incrementó a medida que se prolongaba el uso del tratamiento.
De hecho, ha explicado este experto, tras al menos un año tratados el riesgo de prótesis se redujo en un 23 por ciento. "Los resultados son importantes, sobre todo si se tiene en cuenta que las osteoartritis son los tipos más frecuentes de artritis".