MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los líderes mundiales han aprobado, en la Reunión de Alto Nivel sobre Tuberculosis de la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada este viernes, una Declaración Política con nuevos y ambiciosos objetivos para los próximos cinco años con el fin de avanzar en los esfuerzos globales para poner fin a la epidemia de tuberculosis.
Los objetivos incluyen llegar al 90 por ciento de las personas con servicios de prevención y atención de la tuberculosis, utilizando una prueba rápida recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como primer método de diagnóstico de la tuberculosis; proporcionar paquetes de beneficios sociales a todas las personas con tuberculosis; autorizar al menos una nueva vacuna contra la tuberculosis; y cerrar las brechas de financiación para la implementación y la investigación de la tuberculosis para 2027.
"Durante milenios, nuestros antepasados han sufrido y muerto de tuberculosis, sin saber qué era, qué la causaba o cómo detenerla", ha afirmado el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Hoy tenemos conocimientos y herramientas con los que ellos solo podrían haber soñado. La declaración política que los países aprobaron hoy y los objetivos que han fijado son un compromiso de utilizar esas herramientas y desarrollar otras nuevas para escribir el capítulo final de la historia de la tuberculosis", ha añadido.
Al hacer un balance del progreso hacia las metas fijadas en 2018 para un periodo de cinco años, la OMS ha informado de que, si bien los esfuerzos mundiales para combatir la tuberculosis han salvado más de 75 millones de vidas desde el año 2000, no han logrado alcanzar las metas, principalmente debido a graves perturbaciones en Servicios de tuberculosis causados por la pandemia de Covid-19 y los conflictos en curso.
Además, solo 34 millones de personas de los 40 millones de personas con tuberculosis previstas recibieron tratamiento entre 2018 y 2022. En el caso del tratamiento preventivo de la tuberculosis, la situación fue aún más sombría, ya que solo 15,5 millones de los 30 millones de personas a las que se había previsto llegar con tratamiento preventivo accedieron a él.
La financiación para los servicios de tuberculosis en los países de ingresos bajos y medianos cayó de 6.400 millones de dólares en 2018 a 5.800 millones de dólares en 2022, lo que representa un déficit de financiación del 50 por ciento en la implementación de los programas de tuberculosis necesarios. La financiación anual para la investigación de la tuberculosis osciló entre 900 y 1000 millones de dólares entre 2018 y 2022, lo que representa solo la mitad del objetivo fijado en 2018.
Esto ha supuesto una carga aún mayor para los afectados, especialmente los más vulnerables. Hoy en día, la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte infecciosa en el mundo: anualmente más de 10 millones de personas enferman y más de un millón pierden la vida a causa de esta enfermedad prevenible y curable.
Asimismo, la tuberculosis resistente a los medicamentos sigue contribuyendo de manera importante a la resistencia a los antimicrobianos: cerca de medio millón de personas desarrollan tuberculosis resistente a los medicamentos cada año.
"Unirnos en torno a la respuesta a la tuberculosis por parte de los líderes mundiales, por segunda vez, brinda una oportunidad para acelerar la acción y fortalecer los sistemas de salud. Evitar las dificultades financieras relacionadas con la tuberculosis y prevenir el desarrollo de la enfermedad en grupos vulnerables ayudará a disminuir las desigualdades dentro y entre los países, contribuyendo al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible", ha declarado afirmó la directora del Programa Mundial de Tuberculosis de la OMS, la doctora Tereza Kasaeva.
La incidencia y las muertes por tuberculosis han aumentado entre 2020 y 2021, pero los esfuerzos coordinados de los países, la OMS y sus socios están dando como resultado una recuperación de los servicios esenciales.
EL CONSEJO ACELERADOR DE LA VACUNA CONTRA LA TUBERCULOSIS
En el periodo previo a esta histórica reunión, el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha inaugurado oficialmente el consejo acelerador de la vacuna contra la tuberculosis para facilitar el desarrollo, la concesión de licencias y el uso de nuevas vacunas contra la tuberculosis.
El Consejo, apoyado por la secretaría de la OMS, estará dirigido por una junta ministerial compuesta por nueve miembros que actuarán de forma rotativa por un período de dos años. El Consejo también tendrá órganos subsidiarios para apoyar su interacción y compromiso con diferentes sectores y partes interesadas en general, incluido el sector privado, los científicos, la filantropía y la sociedad civil.
BCG es actualmente la única vacuna contra la tuberculosis autorizada. Si bien proporciona una eficacia moderada en la prevención de formas graves de tuberculosis en bebés y niños pequeños, no protege adecuadamente a los adolescentes y adultos, que representan la mayoría (>90%) de la transmisión de tuberculosis a nivel mundial.
El Consejo tiene como objetivo identificar financiación sostenible innovadora, soluciones de mercado y asociaciones entre los sectores público, privado y filantrópico. Aprovechará plataformas como la Unión Africana, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), los países BRICS (Brasil, Federación de Rusia, India, China y Sudáfrica), el G20, el G7 y otros para fortalecer el compromiso y las acciones para el desarrollo de nuevas vacunas contra la tuberculosis.