MADRID 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad, Elena Salgado, considera que la Ley de medidas sanitarias contra el tabaquismo, que entró en vigor ayer, es una norma "fácil de cumplir y de aplicar", ya que "en pocos días todos los ciudadanos sabrán perfectamente cuáles son las limitaciones en todos los casos".
En cuanto a su aplicación, la titular de Sanidad señala, en una entrevista concedida a Europa Press, que los conflictos "van a ser mínimos". Asimismo, en lo que se refiere a su cumplimiento en los centros de trabajo desde hoy, primer día laborable desde la entrada en vigor de la Ley, Salgado apostó por no maximizar los conflictos, aunque advirtió de que en el caso de que un trabajador no apague su cigarrillo, esto "deberá ser puesto en comunicación a sus superiores para que se cumpla la Ley y la empresa no tenga que ser sancionada".
La ministra recordó que en nuestro país fuman entre 8 y 10 millones de personas y que, pese a que no se financiaran determinados tratamientos, espera que "la ley sea fácil de cumplir por parte de todos". Aseguró que las encuestas avalan la aprobación de esta norma por parte del conjunto de los ciudadanos, por lo que "a pesar de los muchos apartados y restricciones se podrá cumplir perfectamente".
"La finalidad de esta ley es clara y es proteger la salud de los que no fuman y también de animar a los que fuman a que dejen de hacerlo o, en todo caso, a que fumen menos. En general, yo espero que sea una ley que sea fácil de cumplir por parte de todos, puesto que las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas y el resto de encuestas que se han hecho nos indican que los ciudadanos españoles están contentos con los contenidos de la ley", puntualizó.
Para Salgado, la ley es "sencilla" y sólo dice que en aquellos lugares cerrados donde pueda haber más personas a nuestro alrededor debemos evitar fumar por nuestra salud, pero también por los que están a nuestro alrededor. Así, con carácter general, la ley prohíbe fumar en los lugares cerrados con excepciones.
"En los centros de trabajo, por ejemplo, no hay excepciones; independientemente del número de personas que estén trabajando está prohibido fumar y no se pueden hacer salas de fumadores", dijo.
Además, aclaró que ese apartado quiere decir que ni tan siquiera aquellas personas que tienen un despacho para ellas solas pueden fumar "porque de otra manera estaríamos haciendo una distinción entre los que ocupan un puesto más alto en la empresa y entre los que ocupan un puesto de menor jerarquía".
"En lugares de ocio, la norma establece que si el lugar de ocio es un restaurante que tiene más de cien metros podrá habilitar una zona para fumadores. Esa zona no podrá tener más de un 30 por ciento de la superficie, pero el dueño del local tendrá hasta ocho meses para hacer las obras", aclaró.
PUESTA EN MARCHA LO ANTES POSIBLE
Aun así, Salgado agregó que, pese a que la puesta en marcha será lenta al principio, es "recomendable" que se haga lo antes posible porque "entendemos que esta ley, cuando se cumpla, beneficiará a todos". "La ley es fácil de aplicar, ya que, al cabo de muy pocos días todos los ciudadanos sabrán perfectamente cuáles son las limitaciones en todos los casos", apostilló.
Pero, de todas maneras, Salgado afirmó que hay una norma muy elemental, puesto que la ley lo que establece son las excepciones donde se puede fumar, "si se tienen dudas lo mejor es no hacerlo". "En el caso de los lugares pequeños, el propietario puede decidir si permite fumar o si desea que allí no se fume. Y esa decisión deberá ser respetada, en el caso de que se decida que allí no se fuma, por todas las personas que acudan a ese bar. Además, deberán incluir en su publicidad si se puede fumar o no", agregó.
Preguntada por el caso de que hoy alguien fume en el trabajo y se niegue a no dejarlo, recordó que no es "necesario" maximizar los conflictos y que "seguramente" esa persona a requerimiento de sus compañeros apagara el cigarrillo, "aunque en el caso de que no ocurra este hecho, deberá ser puesto en comunicación su acción a sus superiores para que se cumpla la ley y la empresa no tenga que ser sancionada".
Sobre la probabilidad de que el cumplimiento íntegro de esta ley ocasiones problemas en diferentes entornos, tanto laboral como social, la titular de Sanidad aclaró que ningún legislador europeo se puso de antemano a estudiar los posibles problemas, sino que primaron otros aspectos de salud por encima de estos, por lo que "España no puede ser un país distinto de muchos países de nuestro entorno donde normas, como esta, no han ocasionado ninguna dificultad".
"Es verdad que en nuestro país no había ninguna norma previa, mientras que otros nos llevaban ya el camino avanzado y, en ese sentido, es verdad que el cambio puede ser algo más rápido que el se ha llevado a cabo en otros países. Pero yo creo que los conflictos van a ser mínimos y que las personas que salgan a fumar, cada vez lo van a hacer menos", concluyó.
TRATAMIENTOS CONTRA EL TABAQUISMO
Por otro lado, indicó que, con la entrada en vigor de la ley antitabaco, la única ayuda que no se financia por parte de la Administración pública son los tratamientos farmacológicos, puesto que las Comunidades Autónomas y el Ministerio "han dedicado presupuesto para la realización de guías, campañas, unidades de deshabituación tabáquica, entre otros".
La titular de Sanidad quiso contestar así a las críticas que se han realizado tras la aprobación de esta normativa en las que se aseguraba que la Sanidad pública no financiaba tratamientos para dejar de fumar. En concreto, insistió en que desde todas las administraciones públicas se han puesto en marcha campañas para que los fumadores dejen este hábito, pero que, en el caso de financiar tratamientos específicos, corresponde a las Comunidades Autónomas el decidir si se pagan o no.
De hecho, recordó que en la última Conferencia de Presidentes se trató de solucionar este problema y que las Comunidades Autónomas explicaron que no tenían "dinero suficiente" para ofrecer los tratamientos a todos los ciudadanos, por lo que se acordó que sería cada sistema de sanidad autonómico el que decidiera qué se financiaba y qué no.
De todas formas, Salgado hizo hincapié en que el sistema de salud en España tiene "otras prioridades" que no pasan, por ahora, por pagar tratamientos farmacológicos para los fumadores, competencia que, para la ministra de Sanidad, corresponde desarrollar a cada comunidad.