MADRID 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La plataforma 'change.org' recoge dos iniciativas de recogida de firmas, desde el pasado mes de julio, para prohibir y, por el contrario, regular la actividad de las doulas. Unas iniciativas que cobran aún más importancia después de que este lunes el Consejo General de Enfermería haya publicado el 'Informe Doulas' donde se denuncia su actividad.
Hasta el momento más de 2.200 personas se han unido a la petición iniciada por la matrona Rosabel Molina solicitando al Ministerio de Sanidad que "prohíba la actividad de las doulas por tratarse de un ejemplo de intrusismo profesional", mientras que otras 1.400 personas se han unido a la iniciativa de 'Tierra Roja', al creer que es necesario que el departamento que dirige Alfonso Alonso debe regular sus competencias profesionales.
"Bajo la definición de doula se esconden cientos de matronas sin título que realizan prácticamente todas las labores de educación sanitaria, cursos de preparación al parto, apoyo físico y psicológico a la mujer que debería realizar una matrona que ha estudiado una media de 6 años", señala Molina.
Por su parte, la doula Nuria Otero recuerda que su labor es la de "acompañar ofreciendo apoyo y soporte emocional y aportar información cuando es requerida, siempre de modo complementario al de el/la profesional que atienda a la mujer", especificando que "no es en modo alguno un acompañamiento sanitario".
LOS ENFERMEROS CREEN QUE REALIZAN PRÁCTICAS DE "SECTA CANIBALISTA"
Ahora bien, en el informe de los enfermos, que va a ser remitido al Ministerio y a la Fiscalía General del Estado, se denuncia que atienden partos sin titulación oficial, ponen en riesgo la salud de la madre y del bebé y porque, incluso, algunas realizan prácticas "de secta canibalista".
Actualmente en España hay 547 doulas, un oficio que, según los enfermeros, no está reconocido ni amparado por la ley y que, por el contrario, llega a vulnerar hasta 8 competencias generales de las matronas, 10 competencias específicas y 42 subcompetencias. Por tanto, prosigue, cualquier consejo, práctica, asistencia o acto que lleve a cabo una doula para prestar servicios a una mujer embarazada o su hijo es "irregular".
Y es que, prosigue, ni cuentan con formación pregraduada o especializada que dote de conocimientos, habilidades y actitudes propias de la atención sanitaria; ni están organizadas en colegios profesionales oficialmente reconocidos por los poderes públicos. Por el contrario, el informe recuerda que las matronas cuentan con seis años de formación académica y profesional más un examen de acceso a la especialidad, regulación propia, colegio profesional y seguro de responsabilidad civil.
De hecho, alerta de que las doulas suelen ser monitoras de baile, de esquí, cocineras, ingenieras industriales, gimnastas o periodistas; y de que su labor puede suponer un "grave problema" para la salud de la madre y del bebé ya que, tal y como señala el trabajo, algunas llegan a recomendar a las embarazadas comerse su propia placenta, encapsular la misma u obligar al bebé a permanecer junto a la placenta hasta que ésta se seque y caiga el cordón por sí solo.
No obstante, en la iniciativa que aboga por regular su actividad se asegura que en los últimos años la profesión de doula se va "afianzando" y cada vez "más" mujeres demandan sus servicios. "Es por esta razón que pedimos al Ministerio de Sanidad que regule nuestro trabajo, definiendo las competencias y límites del mismo, para poder trabajar, codo con codo, con los profesionales sanitarios", zanja.