Juzgan mañana a un acusado de agredir a hachazos a tres administrativas de un centro de salud

Actualizado: lunes, 27 mayo 2013 19:13

MADRID 27 May. (EUROPA PRESS) -

La Sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid celebra mañana un juicio contra Abderrahman B. por entrar hace dos años en un centro de salud de Fuenlabrada y agredir a hachazos a tres administrativas sanitarias.

La Fiscalía de Madrid le acusa de la supuesta comisión de tres delitos de homicidio en grado de tentativa, por los que la Fiscalía solicita para cada uno de los casos nueve años, once meses y veintinueve días de prisión, lo que significa más de 28 años de prisión.

Según el fiscal, el procesado accedió el día 25 de febrero de 2011 al Centro de Salud que se encuentra en la calle Avilés de Fuenlabrada portando un hacha y una navaja "con la clara intención de matar a alguien".

Nada más entrar se dirigió al mostrador de recepción, donde atendían al público Celia Sánchez, Pilar Sánchez y Pilar González, donde, sin mediar palabra, sacó el hacha y propinó un fuerte hachazo en la cabeza a Pilar Sánchez.

Una de sus compañeras, Pilar González, desplazó la silla en la que la primera agredida estaba sentada, con lo que impidió que le propinara un segundo hachazo, según el relato del fiscal.

Así las cosas, el procesado bordeó el mostrador y entró dentro, acorralando a las tres mujeres, que intentaron en vano refugiarse en un pequeño cuarto de contadores. Abderrahman volvió a atacarlas violentamente con el hacha, pero dejó espacio suficiente para que una de ellas, Celia, consiguiera escapar y salir de detrás del mostrador.

Se escondió en una sala de Curas y desde allí llamó a la Policía. Mientras tanto, el procesado seguía dando hachazos a las otras dos administrativas. Una de ellas tuvo la entereza de enfrentarse y de sujetarle como pudo el hacha hasta evitar que siguiera agrediéndolas.

En medio del revuelo, el pánico y los gritos, otra administrativa, Concepción, se acercó al lugar de los hechos, circunstancia que aprovechó el procesado para girarse tranquilamente hacia ella y sin mediar palabra, de forma directa y brutal, darle un hachazo también en la cabeza. La mujer perdió el conocimiento y cayó al suelo.

Otro testigo, Raúl, alertado por los gritos, se dirigió al mostrador y una vez allí, al ver que Abderrahman golpeaba con un hacha a dos empleadas y con la otra mano les impedía huir, le increpó con la finalidad de que parase. El procesado se giró hacia él, lo miró durante unos segundos y después, sin mediar palabra, se volvió hacia las mujeres para seguir arreándolas con el hacha.

Raúl cogió una fregona, saltó dentro del mostrador y empezó a darle con el palo para que se detuviera. Entonces, el procesado dijo: "Vale, voy a entregarme a la Policía", y con la misma tranquilidad con la que había entrado salió por la puerta sin soltar el hacha.

Unos metros después y ya en la calle, se tumbó en el suelo y dejó el hacha junto a él, posición en la que fue encontrado por agentes de la Policía Municipal.

Abderrahman, que está privado de libertad por estos hechos, sufre un trastorno depresivo que no le afecta a las capacidades volitivas y cognitivas. Las administrativas agredidas sufrieron serias lesiones, entre ellas pérdidas de dedos y pérdida visual y graves daños cerebrales, así como estéticos