MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Javier, de 17 años, ha tenido que ser ingresado en el Hospital Gregorio Marañón por COVID-19. Su ingreso se produjo por Urgencias con un cuadro febril alto, neumonía bilateral, diarrea, náuseas e hipoxia.
A las pocas horas de ingresar en la Unidad de COVID-19 del centro precisó soporte de oxígeno y un tratamiento más fuerte, sin embargo, no respondió favorablemente y su estado empeoró de tal forma que requirió su traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde permaneció ingresado durante cuatro días.
En la UCI del Hospital Gregorio Marañón recibió soporte ventilatorio para aliviar la insuficiencia respiratoria derivada de su neumonía hasta que su estado mejoró, pasando de nuevo a planta para completar su tratamiento, con una evolución satisfactoria que ha propiciado su alta hospitalaria.
"No sé dónde me pude contagiar, yo no soy de salir y hacer botellones, estaba asistiendo a un curso y fui a comer a un restaurante, creo que puede haber sido en estos sitios. Es la primera vez que estoy ingresado, los primeros días me encontraba muy mal, me dolía el pecho y cuando me dijeron que me tenían que llevar a la UCI, yo no sabía lo que era, pero no quiero volver a estar ahí, no me gusta nada la UCI. Me pincharon en la arteria y las venas y me sondaron, no me gustó nada. Vi a gente muy mal y pensé que yo también me podría morir", explica Javier.
Una de las peculiaridades del caso de Javier es que ya se contagió en septiembre: fue contacto de una persona con COVID-19, por lo que se le realizó una PCR que dio positiva, con lo que tuvo que estar aislado pero pasó su infección de forma asintomática. Sin embargo, en esta ocasión, la enfermedad ha evolucionado a una neumonía bilateral que lo llevó precisar soporte ventilatorio en la UCI del Hospital Gregorio Marañón.
"Ahora mismo el COVID-19 está afectando especialmente a la población que no está inmunizada, a un sector realmente joven, y hay que señalar que algunos casos de estos pacientes que se están infectando necesitan ingreso, y alguno de ellos, como es el caso de Javier, pueden tener una evolución mala que le lleve a precisar un tratamiento intensivo en una UCI", alerta Rita García, médico del Servicio de Medicina Interna del Hospital Gregorio Marañón.
Javier también quiere enviar un mensaje a otros jóvenes: "Yo les diría que no son inmunes y corren el mismo riesgo, que se cuiden, que usen la mascarilla, que salga solo con un pequeño grupo de amigos, yo no iría a discotecas. Además se lo puedes pasar a un familiar y lo puedes matar, y eso debe dolor un motón, perder a un familiar".
Rita García insiste, al respecto, en que "es difícil predecir si un paciente va a precisar ingreso en UCI o no, especialmente en una población tan joven y sin otras patologías". Por eso es importante incidir en que nadie puede tener la seguridad de que no se vaya a poner malo y acabar en una unidad de cuidados intensivos. Por tanto, se debe apelar a la responsabilidad individual, la distancia social y el resto de medidas preventivas para no contagiarse, con singular cuidado en personas no inmunizadas, tanto por ellos, como por su familias", remacha.