MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Hoy sábado, memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes, se celebrará la XIV Jornada Mundial del Enfermo (JME) en Adelaida bajo el título 'Salud psíquica y dignidad humana'. El Papa Benedicto XVI, que ha pedido más ayudas para las familias de enfermos psíquicos, concederá indulgencia plenaria a los participantes.
"En esa oportunidad, la Iglesia desea inclinarse con particular solicitud sobre las personas que sufren, llamando la atención de la opinión pública sobre los problemas ligados con la dificultad mental, que afecta a un quinto de la humanidad y constituye una real y verdadera emergencia socio-sanitaria", explicó el papa Benedicto XVI en su mensaje sobre la jornada.
En el texto de concienciación a la sociedad, hecho público el pasado mes de diciembre, Benedicto XVI denucia que "en muchos países aún no existe una legislación y en otros falta todavía una política bien definida sobre la salud mental" y pide más ayudas para las familias de enfermos psíquicos.
Así, el Santo Padre insta a los agentes pastorales, asociaciones y organizaciones de voluntariado a ayudar, "con formas e iniciativas concretas", a las familias que tienen a su cargo enfermos metales.
La Iglesia, según Benedicto XVI, debe "llamar la atención a la opinión pública sobre los problemas ligados con la dificultad mental" y la JME es una "circunstancia oportuna" para cambiar un "contexto social que no siempre acepta a los enfermos mentales y donde es difícil lograr los necesarios recursos humanos y financieros".
Benedicto XVI liga la propagación de esta afección a los conflictos armados, las catástrofes naturales, la expansión del terrorismo y diferencia que el origen de nuevas formas de trastorno mental en los países "con un elevado desarrollo económico" provienen de la "influencia negativa de la crisis de los valores morales".
INDULGENCIA PLENARIA.
El Papa concederá la indulgencia plenaria a los enfermos, a sus cuidadores y a todos los fieles que participen en alguna de las ceremonias previstas, a las personas que ayuden a los enfermos, o a los que recen por estos, según lo establecido en el decreto de la Penitenciaría Apostólica.
Según el documento, "se concederá indulgencia plenaria a los fieles que, con las condiciones habituales --confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa-- y con ánimo alejado de cualquier pecado", participen en la ceremonia en la catedral de Adelaida o en otro lugar establecido por la autoridad eclesiástica en cualquier ceremonia sacra celebrada para implorar a Dios por los objetivos de la JME.
Asimismo, añade que también se concederá a "todos los fieles que en los hospitales públicos o en casas privadas ayudan caritativamente como "buenos samaritanos" a los enfermos, especialmente a aquellos que por problemas mentales requieren más paciencia, diligencia y atención, y que, por causa de su servicio, no puedan participar en las ceremonias indicadas", así como a los que "en ese día prestan generosamente, al menos por unas horas, su ayuda caritativa a los enfermos".
También obtendrán la misma indulgencia plenaria los fieles que "por enfermedad, edad avanzada o razones parecidas, no puedan tomar parte en la ceremonias indicadas". "La Indulgencia parcial --concluye el decreto-- se concederá, además, a todos los fieles que, del 9 al 11 del mes de febrero, recen con corazón contrito a Dios misericordioso para implorar esas finalidades en ayuda de los enfermos".
MEMORIA LITÚRGICA DE LA VIRGEN DE LOURDES.
La JME coincide con la memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes.
Precisamente un 11 de febrero de 1858 Marie Bernarde Soubirous, Bernadette, de 14 años de edad, aseguró que la Virgen María se le había aparecido en una cueva cercana a la localidad en la que vivivía, Lourdes, al sur de Francia. La Virgen le anució que se debía construir una capilla y que bebiera de una fuente sagrada, que la niña descubrió excavando en el suelo de la gruta.
Bernadette fue canonizada en 1933 y hoy Lourdes es lugar de peregrinación, donde miles de fieles acuden todos los años para beber las aguas de la gruta, supuestamente curativas.