MADRID 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, ha condenado la agresión que recibió la semana pasada un médico de familia de Calviá (Palma de Mallorca), de manos de un familiar de un paciente, y propone "un mayor control" de quién entra en las consultas para evitar estas agresiones.
El médico, que recibió los golpes en la consulta, sufrió un traumatismo ocular grave por el que tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario Son Dureta de la capital balear. Por ello, Jiménez ha anunciado que los responsables de la inspección sanitaria de Baleares "van a tomar cartas en el asunto para depurar todo tipo de responsabilidades".
"Es verdad que podría haber un mayor control de quién entra en el despacho cuando se pasa consulta, aunque eso depende de cada lugar", ha asegurado la ministra en una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press, reconociendo que "en algunos centros de salud u hospitales si que hay seguridad privada que permite un mínimo control".
Pese a todo, y aunque puntualiza que "son casos aislados", lamenta estos "episodios violentos" porque "algunos tienen consecuencias muy graves", y los ha comparado con las agresiones que también sufren los profesores.
En ambos casos, asegura Jiménez, "es un problema de educación en la sociedad", añadiendo que "no se puede permitir que una persona, por estar en desacuerdo con el diagnóstico o decisión de un médico o profesor, reciba esta agresión".
Por otro lado, la ministra ha lamentado que haya algunas comunidades que inviertan más en sanidad que otras y advierte de que "si algunas pueden también lo pueden hacer las demás" y, al mismo tiempo, puede derivar en un "deterioro" de la calidad asistencial".
"Por ejemplo, tenemos comunidades donde se invierte 1.600 ó 1.700 euros por persona y año y otras, como Madrid, donde se invierten 1.100, por lo que a menor inversión mayor deterioro de la sanidad pública", ha censurado.