BILBAO 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del centro vasco de investigación en microtecnologías, CIC microGUNE, trabajan en el desarrollo de un parche cutáneo para la detección del consumo de cocaína en conductores profesionales que, frente a las técnicas actuales, sea capaz de detectar la droga a través del sudor recogido tras su colocación en el brazo.
Según explicaron desde el centro vasco, "esto permitirá analizar en tiempo real si se ha consumido cocaína durante un periodo de tiempo que oscila entre 24 horas y diez días (hasta que se regeneran las células cutáneas), lo que lo convertirá en una eficaz herramienta para el control de los conductores de autobuses, transportistas, etc".
Se estima que el consumo de drogas tiene relación con alrededor de un 25 por ciento de los accidentes mortales de tráfico en Europa, Estados Unidos y Australia, por lo que "se convierte en un creciente problema social", destacaron.
El parche en el que trabaja CIC microGUNE incorpora la tecnología 'lab on a chip', que permite, gracias a la microtecnología, incorporar "todos los elementos de un laboratorio en un minúsculo chip del tamaño de 3 por 20 milímetros integrado en el parche".
Una vez obtenida la muestra, el chip será analizado en un pequeño lector y la información será enviada en tiempo real a un teléfono inteligente que visualizará el resultado en dos minutos. Si el resultado es positivo, el propio parche incorporará un dispositivo que recoge una segunda muestra para confirmarlo.
De este modo, se pretende que "en muy breve tiempo" se pueda detectar si ha existido consumo de cocaína durante un periodo de tiempo de hasta diez días. Este sistema, de coste reducido, supondrá, en palabras de los responsables del centro, "una revolución con respecto a las técnicas actuales, basadas en la recogida de muestras y su análisis en un laboratorio, un proceso que, además de ser mucho más costoso, se puede demorar durante varios días".
OTROS PROYECTOS EN EL ÁMBITO DE LA SALUD
Esta aplicación es una de las contempladas en el proyecto europeo Labonfoil, liderado por CIC microGUNE a través de su Unidad de Microfluídica en Ikerlan-IK4, y cuyo objetivo es desarrollar dispositivos de diagnóstico rápido a bajo coste para adaptarlos a diferentes situaciones y ofrecer a la sociedad nuevos avances que redunden en una mejora de la calidad de vida de las personas.
Además del parche para detectar cocaína, el proyecto también tiene previsto desarrollar otras aplicaciones, como microdispositivos para monitorizar enfermos de cáncer, elementos patógenos en los alimentos o contaminación ambiental mediante el análisis de las algas marinas.
Labonfoil, coordinado por el investigador de CIC microGUNE Jesús Ruano, integra a 15 entidades (centros de investigación, empresas, centros tecnológicos, instituciones médicas, etc.) procedentes de ocho países europeos diferentes, entre las que se encuentran el centro tecnológico vasco Gaiker-IK4 y la Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitaria (BIOEF).
El proyecto cuenta con un presupuesto de más de siete millones de euros. Iniciado en 2008, tiene prevista su finalización en 2011, y dispone de financiación europea dentro del VII Programa Marco.
Además de este proyecto, CIC microGUNE también desarrolla otros proyectos en el ámbito de la salud, como microagujas para mejorar el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, un dispositivo para detectar la salmonella en los alimentos, un dispositivo que controla el estado óptimo de un órgano antes de su trasplante o ingeniería de tejidos para fabricar parches vivos que reparen lesiones en órganos vitales.