SEVILLA 14 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del departamento de Química Orgánica y Farmacéutica y del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla y del departamento de Farmacología de la Universidad de Málaga, junto con expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) --Instituto de la Grasa e Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición-- utilizarán el alperujo como fuente natural de hidroxitirosol, un compuesto de "gran capacidad antioxidante que será utilizado como materia prima en la síntesis de nuevos nitrocatecoles, moléculas con potencial aplicación en el tratamiento del Parkinson".
En concreto, la investigación, según ha informado la Fundación Descubre, persigue la preparación y estudio de una serie de nitrocatecoles derivados de hidroxitirosol (antioxidantes) con una doble finalidad. Así, se busca su uso como ingrediente funcional de alimentos y, por otro, su aplicación en el tratamiento del Parkinson.
Para ello, indica que los expertos utilizarán un subproducto de la industria olivarera muy abundante en Andalucía como es el alperujo, del que se producen más de cuatro millones de toneladas al año en la comunidad.
La novedad de la investigación, según ha resaltado, estriba en la preparación de nitrocatecoles derivados de hidroxitirosol obtenido de una fuente natural, el alperujo. "El hidroxitirosol está en el olivo de forma natural, pero no está solo, sino formando una molécula más compleja que se llama oleuropeína.
Sin embargo, la mayor parte de esta sustancia, pasa a las aguas de lavado, sin quedarse en el aceite, al que solo pasan aproximadamente el uno por ciento, una pequeña fracción que es suficiente para proteger el aceite de oliva virgen durante un año de almacenamiento, es decir, tiene un gran potencial antioxidante", explica el coordinador del proyecto, José Luis Espartero.
Además de sustancias antioxidantes, los investigadores obtienen del hidroxitirosol los denominados nitrocatecoles, compuestos incluidos en los medicamentos contra el Parkinson. "Actualmente, hay tratamientos que utilizan los nitrocatecoles como inhibidores de la COMT, enzima implicada en la metabolización de la dopamina, un neurotransmisor cuyo déficit produce la enfermedad de Parkinson", ha señalado Espartero.
"PROCESOS COMPLICADOS"
Hasta el momento, los investigadores han obtenido derivados del hidroxitorosol solubles en la grasa, es decir, lipofílicos. Se trata de "un proceso complicado ya que este compuesto es escasamente soluble en lípidos". "Obtenemos decenas de nitrocatecoles e identificar las moléculas concretas para el tratamiento contra el Parkinson es una meta aún lejana, es como buscar una aguja en un pajar, aunque sabemos la zona del pajar donde buscar, pero queda precisar la búsqueda", ha apuntado.
Por otra parte, ha matizado que, "aunque podamos demostrar que nuestros nitrocatecoles presentan dicha actividad inhibidora, su aplicación terapéutica debería esperar hasta completar diversos estudios farmacológicos y clínicos posteriores, que se encuentran fuera del marco del presente proyecto, necesarios para la introducción al mercado farmacéutico de cualquier nuevo medicamento".
El hidroxitirosol necesario como producto de partida para la síntesis de estos nitrocatecoles se obtiene del alperujo, mediante un procedimiento de purificación patentado por el Instituto de la Grasa. Una vez purificado, los expertos del Instituto de la Grasa proporcionan al departamento de Química Orgánica y Farmacéutica y del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla el hidroxitirosol en garrafas. "Este nuevo estado hacen posible su solubilidad en grasa y, por tanto, se pueden añadir como antioxidante", explica el investigador.
Los expertos de la Universidad de Sevilla envían estos éteres al Instituto de la Grasa, donde los añaden a distintos aceites como colza, palma o pescado; y comparan su actividad con la de otras sustancias antioxidantes. Asimismo, los éteres se envían al Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición donde estudian su actividad biológica como posibles ingredientes funcionales para su aplicación en alimentos, tras estudiar su estabilidad en los mismos.
Por su parte, el departamento de Farmacología de la Universidad de Málaga estudia la actividad farmacológica de los éteres a dos niveles, valorando su efecto cardioprotector y neuroprotector.