MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado en ratones por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha desvelado el papel clave de la proteína p38MAPK en la proliferación y diferenciación de las células madre del tejido alveolar de pulmón, así como su papel en la formación de tumores. Los investigadores, que han conseguido además cultivar este tipo de células madre de ratón en el laboratorio, publican su trabajo en la edición digital de la revista 'Nature Genetics'.
El estudio se centra en la proteína p38 MAPK, una proteína-quinasa que desempeña un papel muy importante en la elaboración de respuestas celulares adecuadas a las necesidades del organismo. El objetivo del trabajo consistía en utilizar ratones modificados genéticamente para estudiar la función de p38 MAPK 'in vivo', tanto en la homeostasis del organismo como en su respuesta a la inducción de tumores.
Los resultados mostraron que la ausencia de p38 MAPK facilita la tumorigénesis de pulmón inducida por el oncogen K-Ras en ratones. La degeneración del tejido alveolar que se produce en la ausencia de p38 MAPK hace que los adenocarcinomas de pulmón se inicien antes y progresen más rápidamente hacia estadios malignos, por lo que se acelera la muerte de estos animales.
Según explicó a Europa Press Ángel Nebreda, "la p38 MAPK tiene un papel muy importante en la regulación de la homeostasis de pulmón. Esta proteína regula las vías de señalización intracelular que coordinan la proliferación y diferenciación de las células madre del tejido alveolar de pulmón". Como consecuencia, los ratones deficientes en p38 MAPK presentan alteraciones importantes en su estructura pulmonar, como la hipercelularidad y la disminución de las cavidades alveolares, y desarrollan problemas respiratorios.
"La función de la p38 MAPK es esencial para la renovación del tejido pulmonar y además interfiere con el desarrollo de tumores en el pulmón. Además, la p38 MAPK es la primera proteína que se demuestra tiene un papel esencial para el correcto funcionamiento de las células madre alveolares de pulmón", explica Nebreda.
CÉLULAS MADRE DE PULMÓN
Los investigadores han conseguido además cultivar en el laboratorio células madre de pulmón de ratón que aparentemente son capaces de dar lugar a los dos principales tipos de células del tejido alveolar, los neumocitos que forman los alveolos y participan en el intercambio de gases, y las células Clara que forman los bronquiolos. Estas células madre habían sido identificadas recientemente en el laboratorio de Tyler Jacks, en el Instituto de Tecnología de Massachussetts en Cambridge (Estados Unidos) pero los españoles han conseguido hacerlas crecer en el laboratorio e inducir su diferenciación 'in vitro'.
El trabajo abre la posibilidad de cultivar las células madre alveolares de pulmón en el laboratorio y estudiar su funcionamiento con el objetivo de una posible utilización terapéutica futura para el tratamiento de enfermedades pulmonares.
Según Nebreda, "el conocimiento de los mecanismos que controlan la producción de células de pulmón adultas funcionales a partir de las células madre permitirá en el futuro la producción de tejido alveolar en el laboratorio así como su posible utilización para regenerar el tejido dañado en individuos con enfermedades degenerativas del pulmón, como la fibrosis o el cáncer".
Para el investigador, se debe tener en cuenta además la capacidad de la proteína p38 MAPK para interferir con el desarrollo de determinados tipos de cáncer de pulmón a la hora de decidir los fármacos a utilizar para el tratamiento de este tipo de tumores. "Nuestros resultados son importantes en cuanto al posible uso de fármacos antiinflamatorios, actualmente en desarrollo, que funcionan como inhibidores de la p38 MAPK y que podrían favorecer, como efecto secundario, la aparición del cáncer de pulmón en individuos de riesgo como los fumadores", añade.
El estudio, dirigido por Ángel R. Nebreda ha sido realizado fundamentalmente por Juan José Ventura, investigador del programa Ramón y Cajal, con la participación de Stephan Tenbaum y Eusebio Perdiguero y la colaboración de Carmen Guerra y Mariano Barbacid, todos ellos afiliados al CNIO de Madrid. El trabajo, realizado íntegramente en el CNIO, excepto por la generación de uno de los modelos de ratón que se realizó en colaboración con Manolis Pasparakis (EMBL-Monterotondo, Italia), fue posible gracias a la financiación concedida a Nebreda por la Fundación Científica de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).