MADRID 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
Miembros de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla han descubierto que el gen AMPK podría ser responsable de la inflamación, de los bajos niveles de antioxidantes y de la baja producción de las mitocondrias, por lo que podría estar involucrado en la fisiopatología de la fibromialgia.
En concreto, los autores, cuya investigación ha sido publicada en la revista 'Antioxidants & Redox Signaling' y recogida por la plataforma Sinc, han comprobado que la coenzima Q10 estimula dicho gen de forma beneficiosa y no tiene efectos secundarios.
"En estudios anteriores realizados sin control con placebo habíamos observado que en pacientes con fibromialgia el tratamiento con CoQ10 era beneficioso en los síntomas. En esta ocasión hemos diseñado un pequeño ensayo clínico controlado con placebo para saber si realmente el efecto del CoQ10 era real o placebo", ha comentado el autor principal y coordinador del trabajo, Mario Cordero.
Para llevar a cabo la investigación, el grupo de expertos ha analizado la expresión de genes y de proteínas de 20 pacientes (diez con CoQ10 y diez con placebo), a los que se les ha tratado durante 40 días, con el objetivo de comprobar si había efectos adversos en el tratamiento con CoQ10 y si, además, se producía una mejora clínica en los pacientes que no fuese debido al efecto placebo.
"Efectivamente, no ha habido efectos adversos y los pacientes tratados con placebo no han notado mejoría. Sin embargo, los de CoQ10 han mejorado en los síntomas, en concreto, dolor, fatiga, puntos dolorosos y rigidez", ha recalcado Cordero.
Asimismo, el grupo ha explorado un conjunto de genes con sospecha de que estaban mal porque presentaban altos niveles de inflamación, baja síntesis de antioxidantes y baja producción de mitocondrias. Todo esto, según han explicado, acompañado de una baja expresión del gen AMPK, regulador maestro del metabolismo, y responsable de la respuesta de ciertos estímulos de estrés.
"Nunca antes se había relacionado la fibromialgia con este gen, que regula muchas de las alteraciones relacionadas: la inflamación, el estrés oxidativo, la masa mitocondrial, la obesidad, el colesterol y la respuesta al estrés entre otras. Al estar baja la expresión de AMPK, está mandando poca información a los otros genes para que sinteticen más antioxidantes, fabriquen nuevas mitocondrias y controlen la inflamación. Por tanto puede predisponer a una baja respuesta al estrés", ha apuntado el investigador.
No obstante, la CoQ10 mejora la expresión de AMPK y baja la inflamación. "La CoQ10 mejora los síntomas clínicos probablemente mediante la expresión de genes que regulan ciertos parámetros que estaban mal en la fibromialgia", ha zanjado.