MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores del Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICCC) ha dado un paso más en el conocimiento del desarrollo del cáncer y de las enfermedades cardiovasculares, como los trastornos isquémicos y la aterosclerosis, con el descubrimiento del papel "clave" de la Fibulina-5 (FBLN5) en la supervivencia celular.
Según explican, esta proteína, que es "fundamental" para el desarrollo y la reparación de los tejidos, se encuentra incrementada en las células endoteliales expuestas a un estrés hipóxico (característico de algunos procesos fisológicos y enfermedades como el cáncer, los trastornos isquémicos, la inflamación crónica y la aterosclerosis).
La investigación, que publica el 'Journal of Biological Chemistry' y recoge Plataforma Sinc, identifica el gen FBLN5 como parte importante de la respuesta de las células endoteliales a la hipoxia, además caracteriza exhaustivamente los mecanismos moleculares subyacentes a su regulación por hipoxia y perfila su significado biológico.
"Encontramos que la hipoxia propiciaba un aumento de los niveles de proteína FBLN5 tanto intracelular como extracelular, que se reducía al inhibir el factor HIF-1, e identificamos el mecanismo de regulación transcripcional, pero lo más interesante fue comprobar que al silenciar FBLN5 aumentaba la muerte celular", subraya la responsable del estudio, Cristina Rodríguez.
"De este modo", prosigue, "los resultados evidencian que la señalización de HIF-1 se encuentra directamente relacionada con el aumento de la expresión de FBLN5 provocada por la hipoxia en las células endoteliales, y sugieren que la inducción de la proteína podría estar involucrada en la respuesta adaptativa de supervivencia de las células endoteliales a la hipoxia".
Tal y como explican los expertos, la hipoxia interviene en procesos importantes como la supervivencia celular, la activación de procesos de reparación del ADN, el control del tono y la permeabilidad vascular, el remodelado de la matriz extracelular y la angiogénesis.
POSIBLE SOLUCIÓN CONTRA EL ESTRÉS HIPÓXICO
Mientras, el estrés hipóxico es característico de algunos procesos fisológicos y enfermedades como el cáncer, los trastornos isquémicos, la inflamación crónica y la aterosclerosis. Las células endoteliales son unos sensores primarios de este estrés hipóxico y su adaptación a la hipoxia conlleva una compleja respuesta coordinada que afecta a múltiples aspectos de su biología.
"En futuros estudios será necesario aclarar los mecanismos por los cuales esta proteína regula la supervivencia de las células endoteliales", añade uno de los colaboradores de la investigación, José Martínez.