MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Grupo de Supresión Tumoral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han logrado aclarar cómo se activan las defensas anti-cancerosas de las células, según publica en su último número la revista científica 'Nature', publicación que recoge otro trabajo realizado por científicos de la Universidad de California (Estados Unidos) que también avanza en la comprensión de los mecanismos naturales de defensa contra el cáncer.
Ambos grupos de investigación, empleando estrategias experimentales distintas con ratones modificados genéticamente, confirman la idoneidad de nuevas terapias anticancerosas que tienen a la proteína p53 como diana y que actualmente se encuentran en fase de desarrollo, o lo que es lo mismo: la p53 permite protegernos frente al cáncer por su función como 'policía de oncogenes'.
La función clave de la p53 "es la de detectar la presencia de oncogenes y no los errores que producen en la replicación del ADN, tal y como se creía hasta ahora", destaca el CNIO mediante un comunicado, como la principal conclusión de los dos artículos, firmados por el Grupo de Supresión Tumoral que dirige Manuel Serrano en el CNIO y el del investigador Gerard Evan de la Universidad de California de San Francisco (Estados Unidos).
"Es muy reconfortante ver que por caminos diferentes hemos llegado a las mismas conclusiones y además al mismo tiempo", afirmó Manuel Serrano.
Los nuevos resultados obtenidos imponen una nueva manera de contemplar el gen p53 y también abre la puerta al diseño de nuevas estrategias para el tratamiento del cáncer basadas en el uso de fármacos que tengan esta proteína como diana.
"La quimioterapia actual explota la mayor sensibilidad de las células cancerosas al daño en el ADN. Sin embargo, se sospechaba, y nuestros resultados lo corroboran, que este tipo de quimioterapia funciona con independencia de que el tumor mantenga o haya perdido el gen p53. Hay nuevos fármacos en desarrollo con un claro potencial terapéutico cuya misión es la de activar el gen p53 de la misma manera que lo hacen los oncogenes. De esta forma, esperamos obtener beneficios terapéuticos para aquellos tumores que conservan la p53. Y precisamente en ello trabajamos ahora", destacó Alejo Efeyan, investigador del equipo de Manuel Serrano y primer firmante del trabajo publicado.
P53: 'GUARDIÁN DEL GENOMA' Y 'POLICÍA DE ONCOGENES'
Una buena parte de los tumores surgen y se convierten en malignos únicamente si la p53 ha sido previamente inactivada por algún accidente molecular o mutación, por lo que se asegura que esta proteína es la que actúa mejor y como más potente defensa anti-cancerosa de las células.
Su propiedad más conocida es la de detectar diversas alteraciones que pueden ocurrir en el ADN de los cromosomas de las células durante la replicación celular, tales como las roturas en las cadenas del ácido nucleico, o las modificaciones químicas aberrantes. Su respuesta es impedir la multiplicación celular para evitar así la propagación de las células defectuosas, por lo que desde hace tiempo se conoce a este gen como el 'guardián del genoma'.
Hace ocho años, el grupo de Manuel Serrano publicó en 'Nature' que el gen p53 se activa no sólo por la existencia de lesiones en el ADN, sino también por la presencia de oncogenes. Estos surgen precisamente por la existencia de daños en el ADN que se producen en el proceso de replicación celular; son unas versiones alteradas de ciertos genes que han adquirido la propiedad de inducir la multiplicación incontrolada de las células. De este modo la p53, además de ser el 'guardián del genoma', es también el 'policía de los oncogenes'.
"En cualquier proceso tumoral siempre coexisten los daños en el ADN y la activación de oncogenes", explica Manuel Serrano, "de modo que se activan las dos funciones del gen p53, la de guardián del genoma y la de policía de oncogenes, y esto nos enfrentaba con la pregunta de cuál de los dos era más importante, o si lo eran ambos por igual".