MADRID 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
El doctor del servicio de Neurocirugía de Hospital Universitario Quirón Madrid, Santiago Gil Robles, ha liderado un estudio que ha descubierto que las capacidades de lectura e interpretación de símbolos y de denominación visual están en regiones separadas del cerebro.
Hasta ahora se conocía que en el lóbulo temporal del cerebro se encontraban ambas funciones pero aún no se había probado con exactitud en qué región de esta zona se hallaba cada cual.
El estudio, que ha sido publicado en el número de abril de la revista 'Neurosurgery', ha analizado el caso de tres pacientes: dos que se sometían a una cirugía de la epilepsia y un tercero que requería la extracción de un glioma. En todos los casos se llevó a cabo una cirugía cerebral con paciente despierto realizando estimulación cerebral intraoperatoria.
Actualmente en las cirugías cerebrales con paciente despierto sólo se realizaban 'test' de nominación de objetos, es decir, se les mostraban objetos y se les pedían que dijeran su nombre. En ocasiones, al intervenir el cerebro para extraer el tumor o la zona de origen de la epilepsia, los pacientes seguían hablando con normalidad, pero tenían dificultades para leer tras la intervención y debían aprender de nuevo.
"En estos tres pacientes hemos descubierto que el cortex temporobasal posterior izquierdo del lóbulo temporal es el que se dedica a la lectura y a la interpretación de símbolos, mientras que la parte temporal superior del mismo lóbulo es la encargada de la denominación visual", ha detallado Gil Robles.
Por ello, ha recomendado que en las cirugías cerebrales con paciente despierto se realicen 'test' de lectura, además de los clásicos de nominación de objetos, para que el paciente no sólo salga de la intervención sin dificultades para hablar, sino que no tenga problemas tampoco para leer.
"Desde hace tiempo se está trabajando en todo el mundo para conocer con más detalle las funciones de cada zona del cerebro. Poco a poco se descubren zonas concretas que realizan labores concretas. El primer objetivo de nuestro trabajo es sanar a los pacientes, aunque estudios como este nos ayudan también a aprender un poco más del funcionamiento del cerebro", ha explicado el experto.
Esta investigación ha contado con la colaboración de la logopeda Amelie Carvallo, que ha evaluado la capacidad de habla de los pacientes antes de la cirugía, ha realizado las pruebas durante la intervención para diferenciar problemas en la lectura o en la nominación mientras el pacientes está siendo intervenido y que ha valorado a los pacientes tras el alta y seguido su rehabilitación.
También ha colaborado el servicio de Anestesia del Hospital Universitario Quirón Madrid, que lleva a cabo una labor delicada en las intervenciones cerebrales con pacientes despiertos, ya que, según ha explicado Gil Robles, deben dormir, despertar y volver a dormir al enfermo, "una labor de anestesia muy compleja".