La investigación cardiovascular española se fusiona en una única red cooperativa

Francisco Fernandez Aviles
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 16 mayo 2013 15:40

MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -

Las tres redes de investigación cardiovascular pertenecientes al Instituto de Salud Carlos III, la RECAVA, la REDINSCOR y HERACLES, se han fusionado en una nuevo proyecto cooperativo, la Red de Investigación Cardiovascular (RIC), con el objetivo de potenciar el conocimiento científico sobre las enfermedades cardiovasculares y mejorar la supervivencia y la calidad de vida de quienes las padecen.

En su presentación oficial, el coordinador del RIC y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Francisco Fernández-Avilés, ha explicado que esta nueva red contará con 65 grupos de investigación repartidos por todo el país en los que participan más de 800 investigadores, que tienen ya alrededor de 300 proyectos en marcha.

Su actividad científica y formativa se centrará en 7 programas de investigación: el remodelado miocárdico en las cardiopatías, la aterotrombosis y la isquemia miocárdica, enfermedades de las válvulas cardiacas y grandes vasos, cardiopatías familiares y congénitas, arritmias cardiacas, insuficiencia cardiaca clínica y traslacional, y prevención cardiovascular y mecanismos de la hipertensión arterial.

Todos ellos, ha explicado Férnandez Avilés en declaraciones a Europa Press, son "muy relevantes" ya que se han diseñado tras analizar "qué es lo que está provocando más daño a la supervivencia o a la calidad de vida de los ciudadanos en el campo de la patología cardiovascular".

"La insuficiencia cardiaca es muy prevalente y tiene una repercusión en calidad de vida y supervivencia peor que la del cáncer", según ha reconocido este experto.

Otra área donde también es necesario avanzar son las cardiopatías familiares. "Es una situación que los cardiólogos desconocíamos, como es la importancia de la genética y la heredabilidad de algunas cardiopatías", ha reconocido, lo que hace necesario "contar con estrategias de diagnóstico y tratamiento que aún no están definidas".

Los programas tienen una vigencia de cuatro años y unos objetivos "muy definidos" que son evaluados anualmente. Además, en todos hay un componente clínico que obliga a que los hallazgos que se obtengan se trasladen a una investigación con pacientes.

Fernández Avilés ha puesto como ejemplo el programa de arritmias, que plantea dilucidar cuál es el sustrato anatómico de la muerte súbita. "Se busca que haya investigadores básicos que ahonden en las alteraciones moleculares que hay detrás de la arritmia, que haya tecnología de la imagen que permita identificarlas, y luego un estudio clínico que demuestre que todo ello puede tener un impacto beneficioso para la vida de los pacientes".

BUSCAR FONDOS PÚBLICOS FUERA DE ESPAÑA

Para todo ello, esta nueva red deberá hacer frente a la reducción presupuestaria de la investigación biomédica, para lo que se centrarán en la búsqueda de fondos europeos y en la financiación a partir del mecenazgo.

"Dada la actual situación económica, buscar financiación es un superreto", según ha reconocido Fernández Avilés, quien destaca el papel que jugará en ello la Fundación para la Investigación en Red en Investigación Cardiovascular (Fircava).

Dicha fundación se centrará, como ha explicado, en "buscar fondos que compensen la pérdida de financiación derivada de la situación económica y el recorte público", para lo que confían en atraer el interés de mecenas, sociedades científicas y otras entidades. "Los recortes representan una dificultad que nos obliga a ser más competitivos", ha concluido.