MADRID 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
La jefe clínico de Medicina Interna y Hepatología y catedrática de Medicina Interna del Hospital Universitario Vall d'Hebron en Barcelona, la doctora María Buti, no duda al afirmar que la inversión que este año ha realizado el Sistema Nacional de Salud (SNS) en tratamientos innovadores de la hepatitis C está "justificada", teniendo en cuenta el ahorro que supone disminuir los gastos asociados a la enfermedad.
"El ahorro en trasplantes hepáticos, cuyo coste es de unos 130.000 euros, así como en medicaciones de por vida, pruebas continúas y consultas médicas periódicas, entre otros, supondrán un alivio considerable para el sistema de salud", añade en una entrevista a Europa Press.
Aunque habla del ahorro a medio y largo plazo, lo cierto es que, añade, "la repercusión en el corto plazo es ya manifiesta", según reflejan los datos en los pacientes tratados hasta el momento, facilitados por el Ministerio. Por tanto, el impacto futuro del Plan "seguirá siendo muy positivo, contribuyendo a la erradicación del virus".
Considera que es "prematuro hablar a día de hoy en España de una estrategias de eliminación para una enfermedad como la hepatitis C, sin embargo señala que "es un objetivo a buscar en un futuro próximo".
"Tal y como se recoge en el Plan Nacional, debemos avanzar hacia una segunda fase cuyo objetivo principal sea la eliminación del virus de la hepatitis C, ya que el principal reto en la actualidad no es el acceso al tratamiento, puesto que el 73 por ciento de los pacientes diagnosticados que un grado de fibrosis significativa han sido tratados", añade.
Para ello, continúa, "será necesario ampliar los tratamientos a pacientes Genotipo 0 - Genotipo 2, el diagnóstico precoz identificando a los pacientes asintomáticos, ya que hay un elevado infradiagnóstico, y vincular los pacientes diagnosticados a un censo real".
La doctora destaca los buenos resultados conseguidos con el Plan Nacional, ya que en un solo año ya ha conseguido tratar a más de 40.000 pacientes, principalmente aquellos con enfermedad hepática avanzada, "gracias entre otras cosas, a la creación por primera vez, de un censo "real" de hepatitis C en España", con más de 95.000 pacientes diagnosticados.
"El reto es mantener el Plan y ampliar el tratamiento a pacientes en fases más tempranas de la enfermedad y, por tanto, con menor grado de fibrosis. Así como combatir su elevado infradiagnóstico, ya que solo uno de cada tres enfermos con hepatitis C activa están diagnosticados", advierte.
LOS BENEFICIOS PARA LOS PACIENTES
La doctora recuerda que los tratamientos innovadores han conseguido que los pacientes, además de eliminar el virus C y curar la infección, tienen una mejor calidad de vida, y disminuye la mortalidad por causa hepática.
"La curación virológica de la hepatitis C se asocia a dos tipos de beneficios", señala la experta, quien recuerda que gracias al tratamiento "el paciente elimina el estigma de la infección por VHC, aumenta su calidad de vida y manifestaciones extrahepáticas y disminuye la morbimortalidad asociada".
Mientras, concluye, "para la sociedad supone un ahorro futuro al reducir los costes asociados a la hepatitis crónica, evitar las complicaciones hepáticas de la infección crónica por VHC y eliminar o reducir de forma considerable el riesgo de transmisión del VHC".