MADRID 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha coordinado un ensayo clínico que demuestra cómo intervenciones psicológicas administradas a distancia a través de nuevas tecnologías producen reducciones moderadas en los síntomas de ansiedad y depresión entre el personal sanitario con malestar emocional.
El estudio, realizado entre noviembre de 2021 y julio de 2022 y publicado en la revista 'BMJ Mental Health', concluye que sus resultados son fácilmente extrapolables a otro tipo de profesiones en contextos de crisis.
La sobrecarga del sistema sanitario español durante la pandemia trajo consigo un impacto en la salud mental del personal sanitario, que refería síntomas compatibles con diagnósticos de ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático y trastornos de sueño.
En un contexto de altos niveles de estrés, la escasez de estrategias de apoyo basadas en la evidencia se hizo rápidamente palpable.
El catedrático de Psiquiatría de la UAM y director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud para la Investigación y Formación en Servicios de Salud Mental, José Luis Ayuso Mateos, ha estudiado los efectos de la pandemia en la salud mental de poblaciones vulnerables. "Éramos conscientes de la necesidad de desarrollar estrategias que ayudasen a muchas personas necesitadas al mismo tiempo", ha expresado.
Se refiere al proyecto 'RESPOND', un estudio financiado por la Comisión Europea que incluye cuatro ensayos clínicos similares en diferentes poblaciones con malestar psicológico: personas en situación de sinhogarismo en Francia, personas migrantes reubicadas en Italia, personas trabajadoras migrantes en Países Bajos y personal sanitario en España.
"Nuestros resultados en personal sanitario son pioneros porque apenas existen intervenciones con efectos positivos a medio plazo en personal sanitario con malestar psicológico", subraya el profesor Ayuso.
La estrategia elegida por los investigadores es una intervención escalonada ('step care' en inglés), que consiste en ofrecer niveles crecientes de apoyo en función de las necesidades de las personas usuarias. En este caso, el programa contaba con dos intervenciones desarrolladas por la OMS.
La primera consistía en un curso de regulación emocional en formato aplicación móvil acompañado de llamadas telefónicas breves con carácter semanal.
La segunda, disponible solo para aquellas personas que seguían refiriendo malestar, consistía en un entrenamiento breve en manejo de problemas, en formato individual a través de videollamada. Ambas intervenciones fueron adaptadas al personal sanitario en el contexto de la pandemia, lo que incluyó el formato cien por cien remoto.
Este estudio es, además, el primero en ofrecer datos de eficacia de la intervención. "Aunque nosotros analizamos el programa escalonado en su conjunto, el diseño nos permite afirmar que el primer escalón tiene efectos inmediatos sobre los síntomas de ansiedad y depresión", ha señalado.
Al ser una intervención fácilmente escalable a grandes grupos de personas, estos resultados pueden tener enormes implicaciones en contextos de crisis que afecten a grandes grupos de personas", concluye el profesor Ayuso.
El ensayo ha recogido datos en personal sanitario de la Comunidad de Madrid y Cataluña en coordinación con el Hospital Universitario La Paz y el Parc Sanitari Sant Joan de Déu.